El hombre asaltado en su casa, testigo clave de Antonio Meño

Madrid,

S. R.- “Si algo más me pasa a mí, a mi padre o a mis hijos, sabréis quién ha sido”. Afirma el vecino de Retiro cuya casa fue asaltada el lunes 11 de abril por unos “sicarios” a los que asegura no tener miedo.

La víctima del asalto, el cirujano Ignacio Frade, fue testigo clave en el caso de Antonio Meño, que quedó en coma durante 23 años tras una operación de rinoplastia y a quien su madre llevó a vivir en una tienda de campaña frente al Ministerio de Justicia, para exigir justicia. Falleció el 30 de octubre de 2012.

En el juicio, Frade aseguró que estuvo presente como aprendiz del cirujano en la intervención y observó cómo el tubo de anestesia se desconectó, sin que el anestesista estuviera en la sala.

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Señala a unos sicarios

“Esos sicarios tienen conocimiento de todo lo que yo hago, dónde vivo, dónde como, las personas que me rodean, etcétera. Conocían a las personas que trabajan conmigo. Han dejado mucho rastro y espero que la Unidad especial de Atracos dé con ellos”, ha dicho ante los medios de comunicación convocados ante su clínica.

“Creo que la Policía es la mejor que tenemos. Tiene unos medios espectaculares, estamos muy protegidos por las Fuerzas de Seguridad y tarde o temprano las personas que han hecho estas cosas caerán. No sé por qué este caso se ha hecho muy mediático porque atracos hay todos los días en Madrid“, ha proseguido.

“Han recogido todo tipo de pistas para detener a estos asesinos, armados. Les van a detener seguro, en una, dos o tres semanas”, ha dicho.

No era la primera vez

Frade cree que hay “una persona detrás de él”. La clínica sufrió un robo previamente, desvalijaron su casa hace meses y ahora “intentar secuestrar” a su padre. “Esto es la guinda”, ha dicho.

Frade no ha querido desvelar en ningún momento qué contenían los documentos que supuestamente querían robar.

Así fue el asalto, contado en primera persona

“Me lleva hasta el despacho de mi padre y allí está atado él, Marivi, que es la cuidadora de mi padre, y hay otra personas gruesa, con una especie de gorra y gafas, me piden que me de la vuelta para atarme y que lo hiciera fácil. En ese momento me revuelvo y me enzarzo con uno de ellos para defender a mi padre. Entonces me empiezan a golpear en la cabeza con un objeto contundente. Empiezo a sangrar a borbotones con el ojo izquierdo y pienso que ya no vuelvo a hacer cirugías. Me encañonan con una pistola y me atan con cinta americana. Estoy hecho polvo y me intentan reanimar con agua. Fueron instantes dramáticos y trágicos para mí”, ha relatado.

Querían “los papeles”

Una vez mejora y reacciona, los ladrones piden al médico que le entreguen “los papeles”. “Entonces le pido a mi padre que se calmen por favor, porque son sicarios. Le pido a Mariví que baje a la consulta a por los papeles. Al final le doy las llaves de la consulta y en ese momento me desato de las ataduras, llamo a la Policía y les cuento que es un atraco con dos rehenes”, ha continuado.

Siguiendo su versión, mientras pensaba que los atracadores aún estaban con la cuidadora salió a la calle y paró a un coche de la Policía para explicarles lo sucedido. “Lo primero es la vida de mi padre, la de Mariví y la mía”, ha dicho Frade.

Sin embargo, en ese momento los asaltantes ya no estaban en la casa. Según ha contado Mariví, bajo con ellos en el ascensor, cogieron las llaves y la volvieron a meter en es ascensor. Y entonces se marcharon. “Ya hemos cambiado todas las llaves”, ha apostillado Frade.

También ha subrayado que hay una cámara de seguridad en el portal que supuestamente grabó todo lo sucedido y que tanto la cuidadora como su padre pueden reconocer a los autores, ya que iban con la cara descubierta. Incluso él puede reconocer al más delgado de los dos, ya que el más gordo le pidió que no le mirara mientras le encañonaba con una pistola.

“Cuando caí al suelo lo vi todo borroso porque no tengo las gafas y soy miope. El ojo derecho me sangraba. Lo veía todo borroso. La mejor que lo vio todo fue Mariví”, ha apostillado.

La versión de la asistenta, es algo diferente.

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