Eurovegas: ¿ni un euro de dinero público?

J. E. Villarino*.- De refilón, ya nos hemos referido en esta sección de ‘Paseo de Coches‘ al proyecto de Eurovegas. Decíamos, o más bien manifestábamos, nuestra cautela con respecto a que este proyecto pueda acabar como el malogrado de la Warner, entre Pinto y San Martín. ¿Lo hará?

El fiasco de la Warner como antecedente

Nos empuja a ello la consideración de que, si el proyecto de la Warner, que se fraguó en plena época de vacas gordas -económicamente hablando-, salió como salió, ¿qué puede ocurrir ahora que aún estamos en el hoyo del ciclo bajista?

Lo que evidenció la experiencia de la Warner en lo que parecía iba a ser un magnífico negocio para los promotores, no lo fue tanto por la sencilla razón de que falló la demanda, que es lo que suele pasar cuando falla un negocio de este tipo. Nosotros, léase este que les escribe, como jefe de planificación de las Cercanías cuando se aprobó el proyecto, nunca se creyó las cifras oficiales de afluencia que manejaba la Comunidad de Madrid, cifras que estaban amañadas para dar por el gusto al sr Gallardón, “factotum” presidente de la Comunidad madrileña, que quería sacar el proyecto a toda costa.

Renfe pudo salvar los trastos: los madrileños, no

El proyecto que analizaba Cercanías era la viabilidad de la línea ferroviaria entre Pinto y San Martín, pasando por el complejo de ocio, que en realidad era una línea para servicio del Parque Warner, con la disculpa de llevar el tren a la localidad de San Martín de la Vega.

Finalmente, la demanda del Parque no fue la que se hacía creer que era la esperada, la línea se cerró, y los vecinos de San Martín se quedaron sin tren. No es una temeridad decir que, visto lo visto, no hacía falta Parque Warner, no hacía falta línea ni servicio de Cercanías al Parque y la localidad de San Martín, tampoco necesitaba tren. Sólo era necesario ver el número de viajes diarios entre San Martín y la capital en todos los modos.

Menos mal que el que escribe propuso que por primera vez se implantase un sistema concesional de servicio ferroviario entre el Estado y una Comunidad Autónoma, por el cual, la inversión en infraestructura, la vía, la ponía la Comunidad y un órgano mercantil de la Administración Central, Renfe, explotaba la línea.

Renfe cobraba a la Comunidad los costes de explotación y un poco más; y aquí paz y después gloria. Cuando la línea se cerró, Renfe volvió a sus cuarteles de invierno. La línea y su explotación la pagaron los ciudadanos de Madrid y no los de Soria o Lugo, como es el caso, que no tienen, ni disfrutan de Cercanías.

Exigimos que las administraciones cumplan su palabra

Los políticos, en su generalmente lamentable preparación técnica, sólo se dejan llevar por los intereses personales -algunos, ni siquiera de partido- y, cuando encuentran algo que pueda impulsarles, se lanzan a cazar, disparando con la pólvora del Rey. Es decir, de todos nosotros.

La viabilidad de Eurovegas, como la ya mencionada del Parque Warner, es más que discutible. Ojo, autoridades, estúdienlo bien y no se tiren a la piscina sin agua guiados por espejismos y pruritos personales.

En lo que a nosotros toca, la inversión en transporte supera los 1.200 millones de euros entre llevar el Metro (Línea 10 o Línea 11) y una auténtica locura que quiere el señor Adelson que es una estación de AVE, cosa que no tiene ni pies, ni cabeza. Habría que cerrar el aeródromo de Cuatro Vientos y, los más osados, hablan del segundo aeropuerto, sustituto de Barajas en el Álamo. A ello hay que añadir agua, energía, comunicaciones, etc

¿Va a repetir la administración autonómica lo que hizo con Parque Warner? ¿Va a sufragar las infraestructuras que, si no existiese Eurovegas, no serían necesarias? ¿A qué se refieren cuando dicen que no nos van a costar ni un duro? ¿Estamos los contribuyentes de Madrid en condiciones de hacerlo? ¿Va sufragar Eurovegas todas las infraestructuras de acceso e internas?

El gobierno -los gobiernos, central y autonómico- han prometido que a los contribuyentes no les iba a costar esta operación ni un duro. Que esta noticia no les persiga de por vida a sus responsables.

* José Enrique Villarino es economista y consultor, especialista en Transporte, y miembro del Foro del Transporte y el Ferrocarril (FTF).