F. Mollá.- Madrid ha estrenado este lunes 23 de junio de 2014, con dos meses de retraso, el nuevo sistema público de alquiler de bicicletas eléctricas que funciona previo pago de un canon anual y de las tarifas en función del tiempo de uso. Y lo ha hecho con numerosos problemas y críticas de los usuarios.
Los dos meses de retraso, utilizados a seguir haciendo pruebas en su sistema informático, se quedaron cortos a juzgar por lo ocurrido este lunes, cuando muchas de las estaciones estaban inactivas (así siguen este martes). En otras, no había (ni hay) bicicletas. Algunas tenían (y siguen teniendo 24 horas después) la pantalla bloqueada allí dónde un usuario había sido incapaz de seguir adelante con el proceso para conseguir su abono, imprescindible para usar las bicicletas. Y las que funcionaban, lo hacían de forma extremadamente lenta y al final, siempre antes de concluir el trámite, se bloqueaban.
Pero la alcaldesa, Ana Botella, presentó ‘BiciMad’ minutos antes de las 11.00 horas en el Parque del Retiro, omitiendo estos problemas. Dijo que era “la pieza del puzzle” que hasta ahora faltaba en el modelo de movilidad sostenible diseñado por su Gobierno.
Este martes 24 de junio, la empresa gestora del sistema -Bonopark- se ha disculpado así con los usuarios: “Seguimos trabajando para normalizar el servicio. Os pedimos disculpas por las molestias. Se nota que Madrid tenía ganas de bici”. Y ha puesto a disposición de los usuarios el teléfono 900922381, que funciona las 24 horas del día.
Botella presentó ‘BiciMad’ por todo lo alto como “una oportunidad para que el madrileño recupere la escala humana de la ciudad y la descubra a otro ritmo, desde otra perspectiva: a través de la mirada del ciclista”, dijo, antes de probarla junto al concejal presidente del disto de Salamanca, Fernando Martínez Vidal, y otros políticos del PP.
El apoyo eléctrico de las bicicletas, con una autonomía de 70 kilómetros, amplía el número de ciclistas potenciales y permite acceder a los lugares con mayor desnivel, una baza muy importante en una ciudad con una orografía como la de Madrid.
Tiene un sistema operativo al que Botella calificó de “fácil e intuitivo, muy sencillo de utilizar”. La base, un tótem instalado en todas las estaciones, tiene una pantalla táctil en la que el usuario puede darse de alta en el sistema, consultar la ocupación de las estaciones, dar avisos de incidencias o recargar y consultar el saldo para el uso de las bicicletas.
Bicis invisibles en Madrid
El peso que tiene la bicicleta como medio de transporte en la capital sigue siendo reducido, pero refleja un fuerte incremento. Entre 2012 y 2013 subió un 17%, según los datos ofrecidos por el consistorio.