F. Mollá.- La famosa perfumería de Serrano 14, Álvarez Gómez, cierra tras 114 años de atención al público en la Milla de Oro (1899-2013) y pasa el relevo a la prestigiosa firma de trajes de hombre que viste a personalidades como Barack Obama, Brooks Brothers, que abrirá en octubre su primera tienda a pie de calle en la capital.
La compañía, que en su día vistió a Abraham Lincoln o Andy Warhol, entre otros, abrió su primera tienda en el mundo en Nueva York en 1818, en la esquina noreste de las calles Catherine y Cherry. Allí hacían y vendían “mercancía de la más fina calidad”, la vendían “a un precio justo” y trataban con “gente que busca y aprecia tal mercancía”. Después, en 1845, la firma introdujo en América los primeros trajes listos para usar (Ready-To-Wear). Sin posibilidad de darles el lujo de esperar por un sastre, pioneros de “La Fiebre del Oro” en 1849 llegaban por montones a la tienda a comprar ropa lista para usar.
Tras la muerte de su fundador, Henry Sands Brooks, el control de la compañía lo asumió su hijo mayor Henry Jr. y el negocio familiar empezó a llamarse Brooks Brothers.
El símbolo de ‘The Golden Fleece’ fue adoptado como el sello característico de la compañía. Una oveja suspendida de una cinta ha sido por años el símbolo de los mercantes de lana en Inglaterra. En el siglo XV fue el emblema de los caballeros de la Lana Dorada (Knights of the Golden Fleece), fundada por Felipe El Bueno, duque de Burgundy. En la mitología ancestral griega, un carnero volador mágico era buscado por Jason y los argonautas.
En 1858 inauguraron una segunda tienda es inaugurada en la esquina de las calles Grand y Broadway en Nueva York. La tienda fue descrita como “la más grande y magnífica tienda de ropa de todos los continentes”. Esta locación se cerró en 1869 y se trasladó temporalmente a Union Square y luego a Broadway y Bond.
John Brooks, bisnieto del fundador, hizo historia en la industria de la moda introduciendo los botones en los cuellos de las camisas. La inspiración para este diseño le llegó luego de ver un partido de polo inglés, donde notó que las camisas de los poleros estaban aseguradas con botones en los cuellos para que éstos no se movieran con el viento. La camisa se convirtió rápidamente en un éxito y uno de los productos de Brooks Brothers más solicitados.
El abrigo de polo inglés fue introducido en Estados Unidos por Brooks Brothers en 1910. Originalmente blanco con botones perla, fue también vendido en gris y el clásico pelo de camello. Hacia los años 30, más abrigos polo eran usados por las alumnas del Colegio “Miss Porter’s School for Girls” que en cualquier colegio de hombres.
Una de las tendencias establecidas por Brooks Brothers en los años veinte fue la corbata con líneas diagonales repetidas (repp tie). Confeccionada luego de las corbatas de regimiento militar británico o corbatas de club. La versión americanizada de estas corbatas tenía las líneas en la otra dirección, producto de un error al momento de fabricarlas. Para los años cincuenta la “repp tie” se convirtió en sinónimo de Brooks Brothers y del look “Ivy League”.
En 1949, finalmente Brooks Brothers dedicó una pequeña esquina a su departamento de Mujer. La revista Vogue publicó la blusa rosada de mujer en sus páginas, lo que la transformó en una sensación de la moda femenina.
En el año 1969 Brooks Brothers ya tenía 10 tiendas en Estados Unidos: New York, Chicago, Boston, San Francisco, Pittsburgh, Los Ángeles, Atlanta, y Washington DC. Y aquí comenzó la expansión de Brooks Brothers: en 1979 abrió su primera tienda en Japón, en Aoyama. Y en 1997 ya había 62 tiendas en este país.
Su primera ‘Flagship Store’ abrió en 2003 en Beverly Hills. Y después llegaron las tiendas en Reino Unido (2005), París (Rue St. Honore de París, 2005), Chile (2006), México y Canadá (2009), y ahora, España.
Adiós a los perfumistas más famosos del barrio de Salamanca
Así las cosas, los perfumistas conocidos desde 1899 por sus cremas de belleza, perfumes y aguas de colonia a los que caracteriza una etiqueta amarilla y cuya fórmula creada en 1912 sigue siendo un éxito que ahora se venderá online, tendrán que llevarse la placa centenaria con la que el Ayuntamiento de Madrid quiso premiar su labor y tesón.
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