P. Rodríguez.- Este viernes 15 de noviembre a las 17.00 horas ha finalizado el plazo otorgado por la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, para que empresas concesionarias de los servicios de la capital y sindicatos llegasen a un acuerdo, que no ha tenido lugar. Así las cosas, el Ayuntamiento ha denunciado el incumplimiento de los servicios mínimos y ha ordenado al Grupo Tragsa -empresa participada por el Estado- la labor de limpiar las calles a partir de la madrugada de este sábado y hasta que la huelga sea desconvocada, para garantizar el cumplimiento de los mismos.
Como informan en su web, Tragsa, que forma parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), “colabora con todas las Administraciones, al servicio de la sociedad”. Y, según la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, su régimen jurídico le permite realizar “tareas de emergencia en la recogida de basuras” al darse dos circunstancias: cuando se produce un “incumplimiento de los servicios mínimos” y cuando la situación puede conducir a “una emergencia por riesgo para la salud”.
Para cumplir con el contrato, Tragsa empleará a 90 de sus empleados y ha encargado a la empresa Ranstad contratar a 110 más a contrarreloj, con contrato temporal sin concretar la duración de esta relación laboral. Este centenar de madrileños cobrarán 85 euros por jornada y comenzarán su labor tras pasar un reconocimiento médico que les identifique como aptos.
Comenzarán a limpiar las calles tras doce días de huelga indefinida de limpieza que han dejado Madrid impracticable para los peatones en muchas de sus calles. Y con la oposición de los huelguistas: El secretario general de CC.OO. Madrid, Jaime Cedrún, espera que “no haya hasta heridos” con la entrada de la empresa pública.
Botella supervisa los trabajos
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha supervisado en la madrugada del viernes al sábado el dispositivo de limpieza viaria de la empresa pública Tragsa, que complementa los trabajos de las empresas concesionarias para que se cumpla el 100% de los servicios mínimos de la huelga de recogida de basura, fijados el pasado 31 de octubre.
A las cuatro de la madrugada, Ana Botella ha acudido al Centro Integrado de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento (CISEM) desde donde ha seguido la salida del operativo, que ha transcurrido sin incidentes, y los primeros trabajos de limpieza del mismo.
Después, Ana Botella ha comprobado a pie de calle el despliegue de Tragsa, que prestará los servicios mínimos hasta que finalice de manera oficial la huelga de limpieza. La alcaldesa ha estado acompañada por el portavoz del Gobierno municipal y delegado de Seguridad, Enrique Núñez, el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Diego Sanjuanbenito, y el coordinador general de Alcaldía, Juan Antonio Gómez-Angulo. Botella también ha acudido al CISEM Call, el Centro Integrado de Coordinación Móvil de la Policía Municipal, instalado en la Puerta del Sol.
Este operativo de limpieza, que no sustituye sino que complementa los trabajos de las empresas concesionarias de los servicios de limpieza de Madrid, permitirá el cumplimiento al 100% de los servicios mínimos, que hasta este viernes 15 de noviembre, y desde el comienzo de la huelga el pasado 5 de noviembre, nunca habían podido prestarse en su totalidad.
De acuerdo con lo anunciado el pasado miércoles, este servicio complementario se mantendrá hasta que la huelga sea oficialmente desconvocada.