J. A. Plaza*.- Sorprende leer la noticia que publicaba en pasados días nuestro periódico sobre el boicot del movimiento 15-M a la inauguración de la Feria del Libro, debido a la presencia en la misma del ministro Wert. Sorprende porque, se supone, a tenor de los gritos que ellos mismos proferían, que eran estudiantes (viendo la foto ya me gustaría saber qué estudia algunos de ellos) y por tanto amantes de la cultura; también sorprende que no hayan captado la hiperinflación existente en el mercado universitario madrileño: sólo tenemos 17 universidades en nuestra Comunidad.
Solamente en la Universidad Complutense de Madrid rozamos los 100.000 matriculados siendo el global en el país de 1.400.000 las personas que cursan estudios superiores, por lo que el ministerio ha estado dotando en los últimos tiempos partidas para becas de unos 1.200 millones de euros anuales. Igualmente la Comunidad aportará al sistema universitario madrileño otros 1.000 y pico millones de euros.
No hay que oponerse a que existan universidades: el capital humano es el bien más preciado de un país; precisamente el que estamos perdiendo en beneficio de Alemania, encantada de que le mandemos ingenieros y técnicos formados a costa del erario público español. Lo que parece procedente, por tanto, es ajustar la oferta universitaria -al menos para la pagada con dinero público- a la realidad de la demanda. En caso contrario, corremos el riesgo de encontrarnos con la paradoja de ver a licenciados superiores empleados como porteros mientras que existe una grave carencia en profesionales como soldadores o fontaneros (por cierto, ¿eso no está ocurriendo ya? Ergo es un problema real). Esperemos que el ministro ataque también pronto este problema.
Otro de los graves riesgos que estamos corriendo es infradotar presupuestariamente a las universidades existentes; si no incentivamos adecuadamente a nuestros docentes, no conseguiremos atraer a los mejores para que impartan enseñanza de la máxima calidad, con el consiguiente deterioro en la instrucción de las generaciones futuras. Así nos va y así nos va a ir en los informes PISA, justo al contrario de Finlandia donde sí se destina a los estudiantes destacados a la enseñanza.
Claro que, según publicaba un diario nacional hace un par de semanas, ninguno de los líderes estudiantiles que están a la cabeza de las manifestaciones contra las reformas del ministro de educación tiene un expediente académico especialmente brillante; el que no lleva 10 años estudiando -es un decir- Filosofía tiene antecedentes por desórdenes callejeros y los hay que incluso apoyan la opción política de Amaiur. Respetable, pero significativo.
¿Tenemos todos derecho a la educación universitaria? Por supuesto. Lo que no está nada claro es que haya de ser gratuita para aquellos estudiantes que no demuestren unas aptitudes suficientes. Al menos, como para que al país le compense invertir en su educación superior, por lo que el mal estudiante tendrá que asumir al menos parte de este coste.
Es lógico que a los rectores les duela el recorte en sus presupuestos, pero si tomamos una perspectiva global del problema, veremos que desde que se transfirieron las competencias en Educación, todas las comunidades autónomas han implementado grandes universidades con todas las disciplinas posibles en su territorio. Se ha elevado así la inversión en Educación a unos niveles hoy día difícilmente sostenibles y, como decíamos antes, principalmente en beneficio de Alemania y otros receptores de mano de obra cualificada, por lo que el retorno hacia nuestra sociedad es bajo, amén del problema que supone para los afectados el tener que asumir la emigración. Estratégicamente hablando, ¿no más lógico dimensionar el sistema para adaptarlo a las necesidades sociales y no al revés?
*Jose Antonio Plaza Rivero es vocal vecino ‘popular’ de la Junta Municipal de Salamanca y Jefe de Área en la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid.
Este domingo 24 de noviembre de 2024 ha tenido lugar un incendio en la cocina…
Este domingo 24 de noviembre de 2024 a las 12.00 horas un motorista de 50…
Este domingo 24 de noviembre de 2024 por la tarde la A-5 se encuentra cortada…
Este viernes 22 de noviembre de 2024 a las 12.50 horas un trabajador de 53…
Este viernes 22 de noviembre de 2024 a las 17.45 horas un trabajador de 31…
Este viernes 22 de noviembre de 2024 de 08.10 a 09.40 horas los trenes de…
Ver comentarios
Discúlpenme, pero comenzar un artículo que trata temas de tan alto calado como este, con una argumentación (no voy a utilizar ningún adjetivo para definirla) como esta:
"a tenor de los gritos que ellos mismos proferían, que eran estudiantes (viendo la foto ya me gustaría saber qué estudia algunos de ellos) y por tanto amantes de la cultura;"
deja claro que el resto del artículo está basado en la ideológia, los prejuicios y las ideas preconcebidas y no en el análisis, el razonamiento y la valoración reflexiva del tema a tratar.
Lo siento, no he podido valorar el resto de sus palabras objetivamente, sólo imaginaba cómo saldría usted en la foto.
¿Qué importa lo que estudiaran esos manifestantes? ¿Importa si estudian?
En vez de incentivar el empleo y la formación de las PYMES (sin imponerles precios abusivos aunque no obtengan ni un euro de beneficio) para que todo ese capital humano pueda ejercer de lo que siempre ha querido ejercer AQUÍ EN ESPAÑA y no tener que irse a Alemania como un paria, en vez de ejercer como fontanero porque la demanda así lo exija (respeto máximo a este colectivo, solo lo utilizo como ejemplo), vamos a capar las universidades públicas, porque así, nuestros estudiantes tampoco tendrán la oportunidad de salir de España, porque algunos ni siquiera tendrán la oportunidad de estudiar.
Miedo me dan las personas como usted,
Señor Plaza, leer La Razón, La Gaceta, ABC y otros medios digitales del mismo tenor, provoca serias alteraciones del raciocinio. Pruebe a liberarse de lecturas tendenciosas y manipuladoras y tal vez sea capaz algún día de ver la realidad tal cual es, sin pasar por ningún prisma distorsionador.
Pero Sr. Plaza, ¿qué barbaridad nos intenta transmitir? ¿que el estudiante que lucha por sus derechos, que se rebela ante las injusticias, es un vago, un ignorante y un inculto? Pero qué tendrá que ver.. Por favor, un estudiante tan consciente de lo que está ocurriendo y del futuro que le espera indica justo lo contrario: responsable, culto, valiente y luchador. Toda mi admiración.
Me resultan graciosas las críticas gratuitas al artículo del Sr. Plaza basándose en los conceptos manidos y perniciosos de "manipulación", "ideología" y "distorsión". Tanto el Sr. Plaza como un servidor hemos sido universitarios en épocas diferentes, la última tan reciente como el pasado año, y les puedo decir que suscribo al 120% el artículo. Puedo aseverar que en el artículo no hay ni prejuicios ni distorsiones, simplemente plasma la penosa realidad de una universidad que se ha ido degradando a pasos agigantados a la par que se ha ido cargando de una perniciosa ideología; esa ideología que premia al que con el mínimo esfuerzo consigue una beca mientras se tumba en el cesped de la facultad a inflarse de calimocho (en el mejor de los casos) mientras que gente que se esfuerza al máximo tiene que ir mendigando para que le paguen (también en el mejor de los casos) 1000€ al mes para iniciar proyectos de investigación ¿esa es la universidad que se merece este país?.... a tenor de los señores rectores y de muchos otros, parece ser que sí. Al final nos pasará como en Cuba, universitarios con 3 carreras y 3 idiomas vendiendo lechugas en el mercado, pero eso sí muy orgullosos de su ideología y de su revolución...eso sí que da miedo.
No sé si he leído el mismo artículo que ustedes. El Sr. Plaza no está hablando de “capar las universidades públicas” como indica Platanito, al contrario escribe “no hay que oponerse a que existan universidades (…) lo que parece procedente es ajustar la oferta universitaria a la realidad de la demanda”. Creo entender que va más por un aprovechamiento de los recursos. Es muy triste que después de estudiar una carrera y haber pagado más o menos por esa formación, uno salga al mercado laboral y lea en ofertas de trabajo “absténganse licenciados en tal promoción de tal universidad” ¿no será mejor realizar esa adaptación de la que se habla en el artículo y tener universidades rentables? (entendiendo por rentables no beneficio económico, si no que con una inversión adecuada incrementar el producto / conocimiento final).
Pero claro en un país donde pensamos que somos alguien por tener un título universitario qué podemos esperar. Señores seamos serios, el honor y la dignidad de una persona no se adquiere con un título universitario si no por el honor y la dignidad de la propia persona.
Discúlpenme pero el conocimiento, el saber, la cultura, la altura intelectual de una sociedad no puede medirse en términos de rentabilidad económica. Lo siento.
Déjense de recortes en educación y recórtense ustedes los sueldos, para empezar y predicar con el ejemplo.
No sé en qué mundo viven ustedes, pero yo estoy en último año de carrera y las universidades están saturadas a más no poder, como para encima cerrar algunas.
Otra cosa es cambiar el sistema educativo universitario para que sea más exigente, pero eso no lo pueden ustedes cambiar, porque la UE implantó hace unos años el "maravilloso" Plan Bolonia.
Ocúpense de cerrar aeropuertos fantasma que nadie quiere ni utiliza, pero no toquen la educación más de lo que la están tocando ya, o muchos jóvenes se quedarán sin siquiera la posibilidad de salir de este agujero de corrupción.
Para los escasos defensores de las ideas del señor Plaza: desde el momento en que en la quinta línea de su escrito ya enjuicia a los estudiantes por sus 'pintas', está de sobra seguir leyendo, este artículo no merece mejor destino que la papelera o destructora de documentos. Y si en la comunidad madrileña hay superinflación de universidades, que le pida explicaciones a sus queridos Gallardón y Aguirre, que han alentado tantísima universidad privada.
También me ha decepcionado el Señor Plaza. Me queda el comentario en Facebook de un colega y que titula OJO A LA EDUCACIÓN:
Con todo lo que suponen los recortes directos de financiación al sistema educativo -menos presupuesto, despido de profesores, aumento de tasas, mayores requisitos para las becas, incremento de alumnos por aula...- lo peor se está preparando. El Partido Popular diseña un cambio del sistema educativo del bachiller y el acceso a la universidad, tal como informa hoy El País.
La modificación del temario del bachiller, la recuperación de la reválida y las pruebas de acceso a cada universidad van a ahondar en la visión de la estructura gobernante. Y esta no es otra que reinventar el clasismo. Fuera los obreros de la universidad.
Según el ministro Wert, hay demasiados universitarios y se es muy laxo en permitir el acceso a la media de la población. La criba en estos aspectos implica que la (mínima) oportunidad que teníamos de acceder a puestos de responsabilidad se verá reducida. Los hijos de la clase media y alta, los que podrán pagarse masters y titulaciones, los que siempre tienen algún amigo de papá/mamá que les coloque, y los que al final ostentarán los mejores currícula -y por tanto tendrán "más méritos" para ascender en todos los sentidos- serán "los herederos".
Ya se ve en los organigramas de los gobiernos de derechas, que repiten apellidos conocidos desde generaciones. Son los jueces, secretarios de estado, directores generales, consejeros delegados, catedráticos, académicos... Los responsables de perpetuar el sistema. Su mejor inversión para el futuro.
El ministro ya ha declarado, sin ningún tapujo, que en España puede estudiar cualquiera.