J. A. Aguilera*.- Este jueves 31 de enero por la mañana ha comenzado el desmontaje de las casetas y atracciones que El Corte Inglés y otras empresas han tenido en la Plaza de Dalí y la Avenida de Felipe II desde finales de noviembre, afectando gravemente a la apreciación de El Dolmen de Dalí y a la utilización del entorno protegido.
Como se recordará, ha sido imposible en estos meses contemplar el dolmen, semioculto tras tenderetes y belenes.
En estos precisos momentos lo que está en marcha es el desmontaje, que por las características -semiestables- de las instalaciones requieren maquinaria pesada y camiones de alto tonelaje. Medios que, por supuesto, han sido colocados alrededor, al lado y dentro del dolmen, sin que se observe medida especial de protección alguna del monumento para evitar su deterioro en estas operaciones. Todo ello cuando a pocos metros existe espacio vacío suficiente para aparcar y colocar toda esta impedimenta, como muestran esta fotos tomada a las 08.00 horas:
Esto se ha puesto en conocimiento urgente de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, requiriéndoles que se personen “diligentemente en la Plaza de Dalí y se hagan las observaciones e indagaciones oportunas respecto a estas actividades. Su autorización, proyecto, dirección, cualificación, etc, y se levante el acta correspondiente de cara a evitar riesgos como los actuales en el futuro, y comprobación de que no se están produciendo daños al conjunto monumental”.
Seguimos constatando el nulo aprecio y respeto que instituciones -por intereses y negligencias- y ciudadanía -por desconocimiento y manipulación-, tienen al conjunto monumental El Dolmen de Dalí, la obra culmen del artista catalán.
* Juan Antonio Aguilera es miembro de la Asociación de vecinos Goya-Dalí.