F. Mollá.- Un grupo organizado cometió un robo en la tienda de la firma Carolina Herrera que la diseñadora tiene en la esquina de la calle Serrano con Villanueva en la madrugada de este viernes, aprovechando la festividad de los Reyes Magos. La banda sustrajo 25 bolsos y, aunque el valor exacto del botín no ha trascendido, el montante podría superar los 30.000 euros.
Según ha publicado el diario ABC, fue un ciudadano quien avisó a la Policía. Al parecer, se percató de que la vidriera de la tienda que la empresaria venezolana Carolina Herrera tiene en la calle de Serrano con la de Villanueva había sido fracturada. Fuentes del caso indicaron que se investiga si los delincuentes practicaron un alunizaje empotrando un vehículo contra el escaparate o rompieron la cristalera con mazas. Se trata del primer asalto conocido en lo que va de año en la ‘Milla de Oro’ madrileña.
Paraíso de aluniceros
¿Recuerdan el alunizaje de la tienda Movistar de la calle Alcalá a principios de octubre? ¿Y el de la perfumería Juteco junto a la salida de metro de Diego de León, del que dieron aviso los vecinos, que grabaron el robo? Estos han sido los últimos ocurridos en el distrito de Salamanca, pero hubo más en dos joyerías de Serrano y Alcalá y en una tienda de ropa en Núñez de Balboa además de en otros puntos de la ciudad y de la Comunidad.
El pasado 23 de noviembre la Policía informaba de la detención de dos de los autores. A los ladrones, acusados de haber cometido “los últimos robos cometidos durante la noche en diversos establecimientos de la Comunidad de Madrid, principalmente perfumerías y tiendas de telefonía”, se les imputan además varios atracos a entidades bancarias de la región en los que habrían obtenido un botín superior a los 160.000 euros.
Los alunizajes, como el ocurrido el pasado 26 de octubre en Diego de León, son una modalidad de robo con fuerza, y no constituyen en sí un tipo delictivo diferente. Están tipificados en el artículo 238.2 del Código Penal “rompimiento de pared, techo o suelo, o fractura de puerta o ventana”. Las bandas organizadas y especializadas en este tipo de delitos pueden ser imputadas por robo con fuerza, robo o hurto de vehículos y un delito contra la seguridad vial, en el mejor de los casos, cuando tratan de huir temerariamente por vías urbanas.
Económicamente es un delito cuyo botín es muy rentable; mercancías de precio medio-alto y de fácil salida en el mercado (joyas, relojería, cosmética, ropa, etc.), vendidas a precios irrisorios. Adicionalmente, es difícil que el comprador final sea imputado por un delito de receptación (comprar con ánimo de lucro mercancías provenientes de delitos contra el patrimonio), lo que constituye el plus adicional para que los ciudadanos de a pie, compren a precio de saldo bienes de consumo que de otra manera no hubiesen adquirido.