La gasolinera de Atocha será zona verde y dotación cultural

Madrid,

C. Linares.- La gasolinera de Atocha ha finalizado este jueves 2 de junio de 2016 su concesión administrativa y dará paso en el futuro a una zona verde y una dotación cultural, como aprobó en noviembre por unanimidad la Junta Municipal de Retiro, presidida por Nacho Murgui.

Se pone fin así a una concesión administrativa que se adjudicó por un plazo de 50 años y que ha finalizado de manera improrrogable este jueves. La gasolinera ocupa una superficie de 2.200 metros cuadrados.

Los posibles usos se han definido a través de un proceso participativo del que han formado parte residentes del distrito, vocales vecinos de todos los grupos políticos y técnicos de las áreas de Desarrollo Urbano Sostenible y Medio Ambiente y Movilidad. En el proceso se puso de manifiesto “la oportunidad de recuperar un espacio público para el distrito situado en un punto estratégico de la ciudad” y la necesidad de “priorizar la creación de una zona verde y un espacio de uso cultural, destinado a actividades organizadas tanto por el Ayuntamiento como por los vecinos de Retiro”. También es una oportunidad para mejorar las conexiones peatonales de la zona, tanto desde la estación de Atocha hacia el parque del Retiro como la conexión con la zona anexa a la isleta del barrio de Pacífico.

En la primera fase de las actuaciones se incluirá el desmontaje de la instalación y la realización del proceso técnico y administrativo pertinente para que el suelo pueda quedar disponible para uso público. En la fase dos se desarrollará el proyecto de acondicionamiento como zona verde respetando el ámbito actual de la gasolinera, sin afectar a la movilidad general de la zona. A la vez, en esta fase se realiza la revisión de la movilidad peatonal para facilitar las conexiones.

El estudio para construir un espacio cultural, contemplado en la misma parcela de 2.200 metros, llegaría en la fase tres. El calendario final de actuaciones está sujeto al resultado de los informes de contaminación del suelo, que tendrán que emitirse en el transcurso del proceso de desmontaje y cuya duración puede oscilar entre 12 y 24 meses, dependiendo de las condiciones en las que se encuentre. La Junta de Retiro quiere que el espacio esté el menor tiempo posible en desuso aunque no obvian la complejidad que supone una actuación de este tipo al tener que desmantelar una instalación industrial situada en el centro de la ciudad, con tareas de inertización de depósitos y la posible necesidad de descontaminación del suelo.

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