S. R.- Madrid crece a lo ancho y a lo alto y lo hace de manera inteligente, tanto en la planificación urbanística en sí como en los propios edificios. La capital opta por construcciones habitables con sistemas automatizados de telecomunicaciones, accesos, electricidad, alarmas… que la hagan más cómoda, segura y sostenible.
Madrid son sus vecinos y es su arquitectura. Y tanto unos como otros empiezan a formar parte de una smart city que optimiza su consumo; rebaja sus costes de mantenimiento, aumenta su seguridad ante robos, incendios, accidentes o emergencias; se presenta flexible ante los cambios y se adapta a las sinergias, monitorizando el sistema completo del edificio.
Son edificios que simplifican y hacen más cómoda su habitabilidad, cuentan con controles lumínicos y climáticos y facilitan los desplazamientos de personas tanto en horizontal como en vertical, con grandes espacios de paso de personas y potentes ascensores, rápidos y seguros.
Mediante la integración de todas estas soluciones, nacen los nuevos edificios completamente inteligentes que crecen en el skyline madrileño, ya sean edificios de viviendas, oficinas o multiusos.
El próximo gran edificio inteligente de Madrid se levantará en 2019 junto a las cuatro grandes torres de Madrid. Se llamará Caleido. Será un rascacielos de 70.000 metros cuadrados que albergará un campus de una escuela de negocios, de 50.000 metros cuadrados, un centro médico de excelencia, un centro comercial, zonas de restauración, 2.000 plazas de aparcamiento y zonas verdes, con sistemas de automatización de vanguardia.
Este tipo de edificios inteligentes, pretenden cubrir todo el espectro de necesidades al que nos enfrentamos en el día a día. Así lo describe a modo de historia personal este post de Urban Hub, que presenta la vida en un edificio inteligente de manera holística: todo está estudiado, es decir; su diseño, pasando por su eficiencia, seguridad, funcionalidad y accesibilidad. Y poniendo especial interés en los desplazamientos dentro del propio edificio al mejorar las comunicaciones entre los diferentes espacios del mismo.
Se plantea así que los edificios sean 100% autónomos, y con energías autogestionadas. Con energía 100% limpia que nutra al propio edificio en su totalidad, como será el caso de la Green Smart Tower, que se construirá en la ciudad alemana Friburgo y albergará 70 viviendas y oficinas en un distrito verde.
Estos inmuebles, dotados de los últimos avances en domótica, se levantan teniendo en cuenta el bien común. Pensando en el ahorro y bienestar de puertas hacia adentro, pero también hacia afuera, no generando la contaminación que los inmuebles tradicionales generan sobre todo en invierno, cuando las calefaciones funcionan a todo gas convirtiendo a los inmuebles en fábricas de CO2.
Se trata de edificios verdes que nacen concienciados con el cuidado del medioambiente, siguiendo modelos ecológicos, sostenibles y ahorrativos. Inmuebles con huertos urbanos que abastecerán de alimentos a sus habitantes, con grandes acuarios para la cría de peces, cuya agua sirva de refrigerante para las baterías de estos edificios. Con placas de captación de energía solar, que se acumulará en baterías de iones de litio integradas en su estructura… Un futuro todavía, pero cada vez más cercano.