P. Rodríguez.- El registro del chalé del casero de la mujer desaparecida en Majadahonda ha finalizado este martes 21 de abril con el hallazgo de nuevas manchas de sangre, localizadas gracias a los perros policía, que tras analizarse se ha descubierto que es humana. Fue hallada en la bañera, en uno de los desagües, y en el vehículo de la mujer, que la Guardia Civil halló aparcado junto a la vivienda que el detenido compartió durante diez años con su padre y su hermana en Móstoles.
Asimismo, ha trascendido que el joven que alquiló la vivienda a la mujer desaparecida, y a quien la Policía cree que asesinó y descuartizó en una trituradora industrial que guardaba en su garaje, se hallaba en busca y captura por parte de un juzgado regional desde hace dos meses, cuando tenía que haber ingresado en un centro psiquiátrico.
Según informa el diario El Mundo, sus vecinos de Móstoles aseguran que el detenido “realizaba ritos satánicos en su domicilio e invocaba a gritos a Lucifer”.
Este diario informa asimismo que el ahora encarcelado “quería cambiar de nombre, estaba aprendiendo Euskera y preparaba un viaje para marchase fuera”.
Además del cuerpo de la mujer desaparecida, la Policía busca a la tía del arrestado y dueña del chalé, de la que nadie sabe nada desde hace cuatro años, y a los tres anteriores inquilinos de la vivienda, cuyos contratos aparecieron durante el registro.