El alto muro de la prisión hace de red y sólo saca uno. Quien recibe la pelota nunca la devuelve. Un hombre ha sido pillado cuando lanzaba pelotas de tenis al interior de un centro penitenciario de Madrid. Las pelotas de tenis estaban rellenas de hachís.
La investigación comenzó el otoño pasado, cuando el lanzador falló un tiro y fue a parar a manos de los agentes, que dentro de la pelota encontraron paquetes que contenían trozos de hachís.
Tras descubrir éste y otros lanzamientos fallidos que nos traspasaban el cercado, (el lanzador había cumplido su pena en esta cárcel y sabía adónde tenía que apuntar pero su tiro no era perfecto) se realizó un registro de las celdas de los internos sospechosos de recibir estos saques y se requisaron bolsitas con droga, teléfonos móviles y cartas manuscritas.
Tras varios meses de investigación, que contó con la colaboración de Instituciones Penitenciarias, se logró la detención de un varón en el momento que caminaba por un camino contiguo al vallado perimetral de la prisión.
Los policías pudieron detectar que había dejado caer en el interior del patio una pelota de tenis rajada con hachís, un smartwatch y un teléfono móvil.
Tras ser arrestado, pasó a disposición judicial como presunto responsable de un delito contra la salud pública.
Tras su detención, no ha habido nuevos lanzamientos de pelotas.