P. Rodríguez.- La empresa municipal Madrid Destino, nacida en octubre de 2013 fruto de la fusión de las tres empresas municipales encargadas de la cultura (Macsa), el turismo (Madrid Visitors & Convention Bureau) y la gestión del patrimonio inmobiliario de la capital (Madritec), ha sacado adelante dos concursos, uno de seguridad y otro de limpieza, por 900.000 y 800.000 euros respectivamente, sin publicidad ni concurrencia y con el informe contrario del supervisor, la Dirección General del Sector Público del Ayuntamiento.
En lugar de convocar un concurso nuevo para los próximos seis meses y estudiar diferentes ofertas y adjudicarlo por nuevamente por seis meses a quien ya estaba dando el servicio, se adjudicó a las dos empresas que venían realizando dichos servicios: Eulen y Limpiezas Roycas, respectivamente.
El Ayuntamiento lo ha confesado sólo después de que el diario El Mundo se hiciera eco de ambos escándalos.
Para su aprobación, que se hizo a dedo, los contratos no salieron a concurso, por “razones técnicas y de urgencia”.
Una vez hecho público el caso, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que no ha despedido al firmante municipal, ha informado de que dicho directivo “ha sido suspendido de empleo y sueldo” hasta que se lleve a cabo “una investigación más a fondo”.