Tal día como hoy de 1979 se desenterró la cabeza de Pablo Iglesias en el Retiro

Madrid,

Tal día como hoy hace 42 años, el 7 de febrero de 1979, el busto del cofundador del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y de la Unión General de Trabajadores (UGT)  Pablo Iglesias fue desenterrado en el parque del Retiro, donde fue escondido en 1939 por un militante socialista.

La “cabeza” de Pablo Iglesias, esculpida por Emiliano Barral y perteneciente al monumento erigido en 1936, tenía rotas la nariz y la boca.

El destrozo lo realizó “un fascista de posguerra, empleado del Ayuntamiento de Madrid y de sobrenombre El Navajero”, se informaba en la edición impresa de El País del 08 de febrero de 1979.

Este sujeto, cuya identidad se desconoce, había comenzado ya a descargar el peso de la maza sobre el busto para reducirlo a piedra de mampostería a utilizar en la valla del Retiro que se estaba construyendo a lo largo de la actual calle de Menéndez y Pelayo, cuando un delineante, empleado municipal, le aconsejó que cejara en el empeño.

«Ésta es una piedra demasiado dura; mejor es que vayas destruyendo esos grandes bloques», le dijo El Navajero, aunque no de muy buen grado, dirigió la fuerza de su maza hacia otro lado.

Piedra que demoler no le faltaba: allí estaban amontonados los restos del monumento a Pablo Iglesias, erigido en el parque del Oeste por acuerdo del Ayuntamiento de Madrid y dinamitado ya en el primer año triunfal.

Enterrado de noche para protegerlo y desenterrarlo en Democracia

José Pradal se llamaba el delineante que, tras alejar la maza del busto de El Abuelo, lo cubrió con unas ramas. Cuando ya era noche cerrada José, ayudado por dos militantes ugetistas, de cuyo nombre nadie podía ayer acordarse, aunque se les tuvo presentes, enterró el busto y tomó buena nota del lugar: a once metros de este punto y a cinco de este otro.

Lo anotó en un plano general de lo que hoy son los jardines de Cecilio Rodríguez.

Sobre un plano en detalle marcó una cruz de San Andrés con tinta roja. Los planos se los envió José Pradal a su hermano Emilio, ex diputado socialista, exiliado en Francia, quien los transmitió a sus hijos con el secreto que guardaban, y éstos recientemente los pusieron a disposición del PSOE.

A once metros de este punto (un edificio) y a cinco de este otro (un seto), el martes, un grupo de empleados del Ayuntamiento comenzó a remover la tierra. Pero el busto no estaba.

El seto había sufrido variaciones y se decidió continuar removiendo la tierra siguiendo la línea de los once metros. Sin embargo, la jornada transcurrió sin éxito.

Al fin, cuando se empezaba a dudar del paradero de la «cabeza perdida» de Pablo Iglesias, alguien tocó la dura piedra de numulítica de Tarragona, cuya dureza no iguala el granito.

A las cinco de la tarde, el busto del fundador del PSOE estaba nuevamente en pie, con la cara rota de dos mazazos y que «mejor es no restaurar, porque estos dos mazazos también son historia de España», dijo Alfonso Guerra.

Durante dos días el busto estuvo expuesto en la sede del PSOE.

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