P. Rodríguez.- La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, preguntada por los altos niveles de concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) registrados en la capital en el comienzo de 2015, ha dicho que las exigencias de las autoridades de la Unión Europea sean “muy altas” con las ciudades y “sin embargo” muy bajas con los fabricantes de automóviles diésel, el principal causante de la concentración de dióxido de nitrógeno.
Botella se ha pronunciado así después de que diferentes estaciones de medición de calidad del aire de la ciudad hayan registrado en los primeros días de 2015 niveles de concentración de NO2 por encima de los niveles recomendables -es decir, más allá de los 200 microgramos por metro cúbico-.
Aunque reconocido este “pico” en los niveles de dióxido de nitrógeno, la regidora ha recordado que el Ayuntamiento de Madrid implantó hace años un Plan de calidad del aire, que, con “muy buenos resultados”, ha logrado que todos los contaminantes hayan bajado y la calidad del aire de Madrid sea hoy “mejor que hace unos años”.
Además, ha recalcado que, si el Ayuntamiento no hubiera tomado medidas para limitar el tráfico a través de las áreas de prioridad residencial y fomentar el transporte público, la situación del aire sería “peor” en la ciudad.