Visita los cementerios singulares de Madrid el Día de Todos los Santos

Madrid,

Los madrileños y turistas puedes aprovechar este Puente de Todos los Santos para visitar el cementerio más grande de la Comunidad de Madrid: el de Nuestra Señora de la Almudena, para conocer el cementerio británico –en el distrito de Carabanchel– o el hebreo de Hoyo de Manzanares.

En muchos casos, estos recintos se pueden recorrer con visitas guiadas o audioguías. De hecho, esta iniciativa está en sintonía con actuaciones del Consejo de Europa para favorecer el conocimiento del patrimonio funerario, algo que en ciudades como París o Buenos Aires se ha convertido en uno de sus principales atractivos turísticos.

Por ejemplo, destaca el trazado geométrico del cementerio municipal de Alcalá de Henares (siglo XIX). En Paracuellos de Jarama se puede visitar el Cementerio de los Mártires.

Hoyo de Manzanares fue el lugar elegido por la comunidad judía de Madrid para crear un espacio propio de enterramiento, donde todas las lápidas miran a Jerusalén. En el camposanto de Aranjuez está la sepultura del maestro Joaquín Rodrigo.

Cementerio de La Almudena 

La importancia del Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena se mide, además de por su gran tamaño (casi 120 hectáreas de superficie), por el valor en términos históricos y artísticos que atesora. Son muchas las sepulturas –algunas, verdaderas obras de arte– de personajes ilustres que alberga en su interior. Descansan en la gran necrópolis de Madrid figuras como el Premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal; los escritores Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Benito Pérez Galdós o Juan Carlos Onetti; políticos como Niceto Alcalá-Zamora, Jose María Gil-Robles, Alejandro Lerroux o Enrique Tierno Galván; y artistas de la talla de Lola Flores y su hijo Antonio, Estrellita Castro, Olga Ramos, Fernando Rey, Lina Morgan o Enrique Urquijo.

Junto a este gran enterramiento se encuentra el Cementerio Civil, de unas tres hectáreas, que tiene su origen en una Real Orden de 1883 por la que se debía incorporar un cementerio civil separado del confesional. Ahí están enterrados escritores como Pío Baroja, Carmen de Burgos, Blas de Otero o Almudena Grandes; políticos como Pablo Iglesias, Dolores Ibárruri, Julián Besteiro y Francisco Pi y Margall; así como otras figuras de la talla de Arturo Soria y Francisco Giner de los Ríos.

La Sacramental de San Isidro, la más antigua de la capital 

El cementerio más antiguo conservado en Madrid, la Sacramental de San Isidro, fue construido en 1811 por concesión de José Bonaparte y terminó convirtiéndose en el emplazamiento preferido para la edificación de suntuosos panteones por parte de la aristocracia madrileña.

La familia Madrazo, Enrique de Borbón, José Canalejas, Pedro Rodríguez Campomanes, la Duquesa de Alba, Pepita Tudó, Diego de León, Ramón Mesonero Romanos, José Echegaray, Leonardo Torres Quevedo o Antonio Maura son solo algunos de los nombres que descansan en este camposanto. Se trata de uno de los conjuntos arquitectónicos funerarios más bellos de Europa y atesora, además, uno de los cipresales bicentenarios más importantes de la península.

Próxima a la de San Isidro se ubica la Sacramental de San Justo, cuya construcción tuvo lugar por concesión de la Reina Isabel II en 1845. Obra del arquitecto Wenceslao Gaviña, cuenta con un gran valor arquitectónico en muchos de sus enterramientos, lo que lo convierte en un auténtico museo al aire libre. En San Justo yacen importantes literatos del siglo XIX como Mariano José de Larra, José de Espronceda, Bretón de los Herreros, Francisco Villaespesa, Ramón de Campoamor o los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero. Los restos de los compositores Federico Chueca y Ruperto Chapí también se hallan aquí, al igual que los del actor Manuel Dicenta y los de la actriz y cantante Sara Montiel.

También del siglo XIX es la Sacramental de Santa María, en Carabanchel (Madrid), cementerio en el que recibieron sepultura entre otros, el poeta y dramaturgo Narciso Serra, el alcalde de Madrid Francos Rodríguez o el también político Manuel Becerra. Además, en la parte moderna se encuentra la tumba del escritor Enrique Jardiel Poncela.

En Carabanchel se encuentra, asimismo, el Cementerio Británico, una pequeña necrópolis propiedad del Reino Unido que fue creada en 1854 para acoger a los cristianos no católicos. Entre las personalidades enterradas aquí cabe destacar al propietario del Circo Price, el fundador del Restaurante Lhardy, miembros de la familia Loewe, industriales tan conocidos como Boetticher o el fotógrafo Charles Clifford.

Cementerios singulares de la Comunidad de Madrid

El Día de Todos los Santos, que se celebra el 1 de noviembre, tiene su origen en los antiguos festivales de cosecha celtas, particularmente el festival gaélico Samhain, que ponía fin a la temporada de cosechas.

Su cristianización como Día de Todos los Santos, junto con su víspera, fue asumida por el catolicismo en el siglo IX, sin embargo, su origen se remonta a la Iglesia primitiva, que conmemoraba el aniversario de la muerte de los mártires.

Las celebraciones religiosas de la víspera de Todos los Santos, incluida la asistencia a los servicios religiosos y el encendido de velas en las tumbas de los cementerios, siguen teniendo arraigo. Así lo ha entendido el Consejo de Europa, que fomenta el turismo de cementerios. En este contexto, desde la Comunidad de Madrid, sugerimos la visita a nuestros cementerios o camposantos, ya que son un patrimonio histórico y artístico impresionante y algunos son tan bellos que invitan a un placentero paseo.

Cementerio Municipal de Alcalá de Henares

Se construyó en 1834 con fondos municipales y fue ampliado en 1845 y 1868. Está trazado geométricamente, ocupando la capilla –que es probablemente la vieja ermita de San Roque- un lugar central y referencial.

Entre los personajes ilustres que descansan en este cementerio destacan las sagas familiares castrenses de los Huerta o los Azaña, y personajes como el historiador Javier Tussell o el pintor José Caballero.

Cementerio de Santa Isabel, Aranjuez

El primer cementerio data de 1845, pero debido a su orografía y a la mala construcción de sus enterramientos se hizo necesaria la creación de uno nuevo en 1861. El proyecto original es fruto de José Segundo de Lema, quien idea un recinto de casi 4 hectáreas de superficie con planta cuadrada y dos ejes perpendiculares.

Entre sus moradores ilustres destaca el maestro Joaquín Rodrigo.

Cementerio Hebreo de Hoyo de Manzanares

La Comunidad judía en Madrid decidió, a finales de los años 70, crear un cementerio en propiedad para cumplir con el mandato religioso de que el cuerpo repose en un único sitio para la eternidad. El judaísmo prohíbe las flores y las imágenes o las cruces. La estrella de David es la única simbología en las lápidas, todas mirando al sur, a Jerusalén. En muchas de las tumbas se ven piedras, algunas coloreadas y con mensajes. Es la manera que tienen los ‘ashquenazi’ -judíos procedentes de Europa del Este- de decirle al fallecido que sus familiares mantienen vivo su recuerdo.

Cementerio de los Mártires de Paracuellos

Ubicado junto a la vega del río Jarama y la carretera M-111, en Paracuellos de Jarama, está formado por una superficie de 8 hectáreas sobre la que se disponen siete zanjas, fosas comunes en las que fueron enterradas las víctimas de la matanza producida bajo la Junta de Defensa de Madrid, al comienzo de la Guerra Civil Española. Cada una de las fosas comunes del cementerio están cubiertas por hileras de cruces que recuerdan a los allí enterrados. El conjunto tiene como fondo los cortados sobre la vega del Jarama.

Cementerio Británico, Madrid

Se trata de un pequeño cementerio ubicado en el distrito de Carabanchel. Es propiedad del gobierno británico y se inauguró en 1854 con el objetivo de crear un lugar en el que los cristianos no católicos pudieran ser enterrados. Su característico estilo inglés, sus lápidas y su aire rural crean un entorno tranquilo para el recuerdo, además de aportar una contribución histórica a la ciudad.

Entre las personalidades enterradas en el Cementerio Británico, cabe destacar al propietario del Circo Price, el fundador del Restaurante Lhardy, la familia Loewe, la familia Brooking (joyerías), industriales tan conocidos como Boetticher y Girod y la dinastía Bragation (casa regente de Georgia), la familia Bauer del sector de la banca y el fotógrafo Charles Clifford.

Cementerio Civil, Madrid

Esta necrópolis, de casi 3 hectáreas, tiene su origen en una Real Orden de 1883 por la que las cabezas de partido y poblaciones de más de 600 habitantes podían y debían disponer de un cementerio civil separado del confesional, a fin de diferenciar a los difuntos católicos de suicidas, amancebados, niños sin bautizar y herejes que la Iglesia católica no aceptaba.

El cementerio civil alberga a buena parte de la intelectualidad del siglo XX, pensadores, políticos y personajes que no abrazaron la fe cristiana o que no abrazaron ninguna fe. Allí están enterrados políticos relevantes como Pablo Iglesias, Dolores Ibárrubi, Nicolás Salmerón, Julián Besteiro, Francisco Largo Caballero o Francisco Pi y Margall; escritores como Pío Baroja, Carmen de Burgos, Blas de Otero o Almudena Grandes; así como otras personalidades de la talla de Arturo Soria, Francisco Giner de los Ríos y Xavier Zubiri.

Cementerio de La Almudena, Madrid

En 1879 el Ayuntamiento de Madrid aprobó la construcción de un gran cementerio que debía situarse en el entonces término municipal de Vicálvaro, en los terrenos de la Elipa. Una mortífera epidemia de cólera aceleró su inauguración, en 1884, como cementerio de Epidemias. Estaba formado por una parte católica, que se puso bajo la advocación de la patrona de la villa, la Almudena, y otra parte de carácter civil, al otro lado de la antigua carretera de Vicálvaro. En la actualidad es la principal necrópolis de la ciudad y uno de los más grandes de Europa Occidental, con casi 120 hectáreas de superficie.

Tiene un incalculable valor, tanto por su historia como por las obras de arte y sepulturas de personajes ilustres que alberga en su interior. En este camposanto descansan los restos de destacados personajes, como el Premio Nobel Santiago Ramón y Cajal, los escritores Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Benito Pérez Galdós, Juan Carlos Onetti; políticos como Niceto Alcalá-Zamora, Jose María Gil-Robles, Alejandro Lerroux o Enrique Tierno Galván, y artistas de la talla de Lola Flores, Estrellita Castro, Olga Ramos, Fernando Rey o Lina Morgan. 

Sacramental de San Isidro, Madrid

Se construyó en 1811, por concesión de José Bonaparte, para dar sepultura a sus miembros tras la prohibición efectiva de las inhumaciones dentro de la ciudad y en el interior de las iglesias, decretada por Real Cédula de Carlos III en 1787. El lugar elegido para erigir la sacramental más antigua conservada en Madrid fue el Cerro de las Ánimas, un entorno extraordinario a espaldas de la ermita y la fuente de San Isidro Labrador. En 1852 se produjo la última ampliación.

Se convirtió en el emplazamiento preferido para la edificación de suntuosos panteones por la aristocracia madrileña. La familia Madrazo, Enrique de Borbón, José Canalejas, Pedro Rodríguez Campomanes, la Duquesa de Alba, Pepita Tudó, Diego de León, Ramón Mesonero Romanos, José Echegaray, Leonardo Torres Quevedo o Antonio Maura, son solo algunos de los nombres de personalidades enterradas en esta necrópolis. Atesora además uno de los cipresales bicentenarios más importantes de la península.

Sacramental de San Justo, Madrid

En 1845 la Reina Isabel II concedió la construcción de un cementerio de carácter privado en la cima del cerro de las Ánimas y junto al Sacramental de San Isidro. El cementerio Sacramental de San Justo, con casi 10 hectáreas de superficie, es un auténtico museo al aire libre. Obra del arquitecto Wenceslao Gaviña, este cementerio cuenta con un gran valor arquitectónico en muchas de sus sepulturas y variedades, además de lugar de descanso y recuerdo de grandes personajes ilustres de la historia de España en todos los ámbitos. En él yacen importantes personajes literarios del siglo XIX como Larra, José de Espronceda, Bretón de los Herreros, Ramón de Campoamor, los hermanos Álvarez Quintero, Adelardo López de Ayala, Manuel Tamayo y Baus. Los restos de los compositores Federico Chueca y Ruperto Chapí también se hallan aquí, al igual que los de del actor Manuel Dicenta.

Sacramental de Santa María, Madrid

La monumental Sacramental de Santa María se emplaza desde 1840 en el cerro San Dámaso, Carabanchel.

La idea de levantar aquí una Sacramental surge auspiciada por la unión de la Cofradía de Santa María de la Alameda con la del Hospital General, con un proyecto inicial en estilo neoclásico. En la sacramental están enterrados, entre otros, el poeta y dramaturgo Narciso Serra, el alcalde de Madrid Francos Rodríguez, el actor iniciador de la comedia moderna Emilio Mario, el también actor Agapito Cuevas, el periodista, académico, político y marqués de Gerona Eugenio Sellés, o el políticos Manuel Becerra. En la parte moderna se encuentra la tumba del célebre escritor Enrique Jardiel Poncela.

Créditos Imágenes:

Vista aérea Cementerio de la AlmudenaV © Songquan Deng. Shutterstock

Cementerio de Alcalá de Henares ©  FernandoV. Shutterstock

Cementerio de Aranjuez © Lucas.L. Shutterstock

Cementerio de La Almudena ©  Pmartinasi. Shutterstock

Cementerio de San Isidro  © Alberto Loyo. Shutterstock

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *