F. Mollá.- Parece que la iniciativa de cambiar paquetes de tabaco a cambio de menús gratis no ha tenido el efecto deseado. Tras el intento fallido de llenar sus 325 metros cuadrados de comensales, atraídos por efecto llamada de esta promoción, los dueños del restaurante Pêle-Mêle del número 52 de la calle Ibiza han decidido que esta ubicación no era la adecuada para conseguir sus objetivos. Así, el negocio se traspasa.
Definitivamente, la calle Ibiza no era la suya. El famoso restaurante de las mesas intercomunicadas a través de teléfonos estuvo ubicado hasta abril de 2010 unos números más abajo, al otro lado de la calle; en Ibiza 41, pero dicho local tampoco les trajo suerte. Igual que le ha ocurrido al restaurante Ibiza 41 Afterwork, que ocupo su sitio en verano y cerró estas navidades.
Sin una fecha fija de mudanza, fuentes cercanas al restaurante han asegurado a Zonaretiro.com que se pide 120.000 euros por el traspaso y 6.000 euros mensuales extra en concepto de alquiler. Aunque no descartan la posibilidad de negociar que el comprador continúe utilice la marca de la franquicia.
Según fuentes cercanas a la gestoria encargada de la operación, Grupo Portugal, el motivo ofrecido por los dueños del restaurante para dejar el barrio es que los 325 metros cuadrados del bajo de Ibiza 52 se les quedan pequeños, por lo que buscan un lugar más amplio en la zona centro, en los alrededores de la Gran Vía.
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Hola amigos; no os recomiendo este restaurante. La comida es basura; mucha harina; toda con la misma salsa; atención pésima en las mesas; muy caro; la animación se redujo a una chica cantando y sacando a clientes para que hcieran el payaso. Pedí una infusión para la indigestión que tenía, y no había. los baños de chicas sin papel higuiénico; las bebidas calientes (a la sangría se le acabó el hielo enseguida); de mojitos nada de nada.
En fin, una estafa.