P. Rodríguez.- La queja común entre los empresarios y emprendedores madrileños desde que comenzó la crisis es la falta de financiación, según han expuesto la alcaldesa de Madrid Ana Botella y la delegada de Hacienda, Concepción Dancausa, conscientes de la necesidad de las startups para arrancar.
Pero sólo las empresas a las que los bancos ven totalmente aptas reciben esa financiación. Muchas empresas de madrileños con buenas ideas de negocio, innovadoras y susceptibles de internacionalizarse se quedan a las puertas de recibir esa ayuda. Y muchos autónomos tampoco tienen acceso a la liquidez que necesitan para afrontar el trabajo el diario
Ante la falta de financiación de la banca tradicional, unos y otros recurren a los préstamos de empresas online, que entrega el dinero al cliente en apenas unos minutos, como es el caso de la página de Kredito24, y que ayudan a los pequeños empresarios a superar los momentos que se presentan con una necesidad de financiación urgente o para impulsar su actividad.
Microempresas fuera de juego
Hace apenas unos días, el Banco de España ha adaptado su definición de pequeña y mediana empresa a su entorno europeo, para así intentar hacer que llegue crédito a una mayor cantidad de empresas, pero las microempresas se han quedado fuera de esta línea de ayuda, por lo que lo que les queda por ahora es seguir recurriendo a estos créditos rápidos para efectuar sus pagos.
El gran problema de este sector es la falta de crédito a las microempresas de menos de 50 trabajadores. Por ello, el presidente de la Confederación de Pequeñas y Medianas Empresas, Jesús Terciado, cree que la verdadera solución llegará por la recuperación de la solvencia de los bancos.
A la espera de esta recuperación, la radiografía del pequeño comercio en Madrid recoge cuatro meses seguidos de caídas en las ventas. Según los últimos datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística, los comercios minoristas de la región vendieron un 7% menos este mes de agosto que en el mismo mes del año anterior. De hecho, en agosto, los comercios madrileños vendieron un 20,6% menos que en julio, el mayor derrumbe de todas las comunidades autónomas.