S.R.- El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha rechazado la querella presentada por la inmobiliaria Promatol, S.L. contra el hoy portavoz popular en la Asamblea de Madrid y en el momento de los hechos concejal presidente de este distrito, Íñigo Henríquez de Luna Losada, por supuesta prevaricación, cuando no otorgó una licencia de obras para el retranqueo de la finca del número 59 de la calle del Pilar de Zaragoza.
El TSJM no aprecia delito alguno en el predecesor de Fernando Martínez Vidal, que contaba entonces (y cuenta ahora) con el apoyo de los grupos de la oposición en la Junta del Distrito de Salamanca (PSOE e IU), que en el pleno del 24 de abril de 2012 volvieron a ponerse de su lado, habiéndose conocido su posible imputación apenas unos días antes.
En dicho pleno se leyó una carta de apoyo a Henríquez De luna, explicando los motivos que le llevaron a no conceder dicha licencia, y los portavoces de todos los grupos representados en la fecha (PP, PSOE e IU -UPyD no estaba entonces-) argumentaron que fue una decisión más que correcta, como ha corroborado ahora la Justicia. El TSJM, en un auto que tiene fecha del 24 de mayo, anula esa decisión y rechaza la querella de la inmobiliaria. Ahora, la inmobiliaria denunciante podrá interponer un recurso de súplica.
“Defendí un urbanismo razonable”
Los hechos se remontan a una querella de la inmobiliaria Promatol, SL, que en marzo de 2007 adquirió esta finca para construir un edificio de viviendas. El mismo día de la adquisición, esta empresa solicitó la licencia de obras en la junta municipal del distrito y en abril se inició la tramitación.
En diciembre de ese año se habían emitido todos los informes técnicos favorables a la concesión de la licencia y en enero de 2008 se emitieron por la junta municipal diversas liquidaciones de tasas que Promatol abonó. En febrero de 2008, se exigió a Promatol la constitución de fianza y depósito para la correcta ejecución de las obras.
Según el escrito de querella, en la página web del Ayuntamiento de Madrid -en el portal sectorial de urbanismo e infraestructuras-, al consultar el estado de las licencias apareció una última actualización realizada el 25 de febrero de 2008 en la que decía: “Concejal presidente de la Junta de distrito: conceder”. Pero De Luna no firmó el decreto “a pesar de contar con todos los informes técnicos favorables a la concesión y a pesar de haberse liquidado las tasas y haberse constituido las fianzas”.
Cuando el asunto llegó al pleno de la Junta Municipal del Distrito de Salamanca, en el Centro Cultural Buenavista del barrio de Guindalera, -el mismo en el que se encuentra la finca en cuestión-, De Luna explicó que lo hacía por el bien del distrito. Fue el 30 de junio de 2009. Preguntado por el entonces concejal socialista, hoy ya fuera de la agrupación y columnista de Zonaretiro.com, Alejandro Inurrieta, dijo: “Me arriesgo por defender a los vecinos”.
Y el pasado mes de abril de 2012, casi tres años después de ese pleno, seguía opinando lo mismo. A la pregunta de los periodistas sobre esta posible imputación por prevaricación, afirmó que él intentó “defender un urbanismo razonable” y consideró que “no tenía ningún sentido que un edifico de esas condiciones no se retranqueara (remeter el muro de fachada en la planta o plantas superiores de un edificio)”.
“He intentado defender un urbanismo razonable. No tiene ningún sentido que los vecinos de una calle vean cómo el Ayuntamiento da decisiones radicalmente distintas a las mismas situaciones. A idénticos solares en una misma calle el resultado urbanístico y las posibilidades de construcciones de esas edificaciones tienen que ser similares”, dijo. Y la Justicia le ha dado la razón.
“Satifescho” con el auto
Tras conocer el rechazo de la querella, Henríquez De Luna ha mostrado su “satisfacción” con este auto que refleja que no se aprecia dolo ni arbitrariedad, descartándose cualquier posible delito de prevaricación o coacción por parte del portavoz.
El auto le exculpa de cualquier responsabilidad penal y reconoce que la empresa promotora aceptó iniciar de forma voluntaria un proceso de permuta con el Ayuntamiento de Madrid como alternativa a la construcción de un edificio que rompia la alineación natural de la calle Pilar de Zaragoza. Esta vía, situada en el barrio de La Guindalera, es angosta como todas las de la zona y fue recuperada como eje peatonal.
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