G. Bravo.- Botella suele hablar poco, pero cuando habla, lo hace con frecuente infortunio. Las cifras de paro -que asolan el país- duelen especialmente en la capital que dirige; ciudad del empleo, el emprendimiento y la vanguardia -al menos en teoría-; tierra de indignados y brokers.
Este viernes se supo el dato: en la Comunidad de Madrid hay ya más de 150.000 hogares con todos los miembros de la familia en el paro. Cifras que rompen techos. La tasa de desempleo sube 9 puntos en la región y alcanza los 623.300 madrileños.
Por todo ello, algún consejero le ha señalado a la alcaldesa una puerta por la que salir huyendo hacia delante. Ésa que dejó Gallardón antes de apagar la luz e irse y en la que se puede leer “5.000 millones de deuda para 2013”.
Con todo, la alcaldesa tiene ideas. Podría haber sido peor (aunque estamos cerca del sálvese quien pueda). Así, micro abierto y sin cobrarle a nadie, Botella dejó una retahíla de perlas sobre lo positivo que sería que los madrileños practicaran el voluntariado (primero en bibliotecas, luego lo que venga) para auparnos todos a una como en Fuenteovejuna.
La metedura de pata, quizá involuntaria, ha recibido un tsunami de críticas más que obligadas. Y es que aunque se puede plantear la idea, aunque la intención no sea mala, y aunque lo que de verdad se quiera es ‘ayudar’, hace tiempo que vivimos en un mundo en el que las cosas ya no son lo que son, sino lo que parecen. Y más de uno se ha sentido insultado con esta insinuación.
Su compañera Aguirre, que tiene bastante más trayectoria política que Botella y ha ganado muchas más elecciones (¿cuántas ha ganado Botella?), ya practica el voluntarismo en sus competencias. Lo que no hace es regalar titulares a los periodistas y pancartas a los indignados.
Así, decenas de profesionales de la educación infantil contratados por la administración pública madrileña mediante pliegos para gestionar los refuerzos extraescolares en colegios públicos (Centros de Día Infantiles), fueron sustituidos por voluntarios de la Cruz Roja, que ha pasado de trabajar en 14 centros en junio de 2011 (escolares y culturales) a trabajar en 31 en septiembre del mismo año; un secreto a voces que no ha trascendido porque los cabos informativos quedaron muy bien atados en todos y cada uno de los implicados.
Pero lo cierto, lejos de ser que cada vez hay más personas voluntariosas, es que cada vez hay más desempleados. 623.300 en la región para ser exactos. Y aunque se esfuerzan en repetir que todo ha sido un malentendido y que los voluntarios jamás sustituirán profesionales, no es cierto, porque ya lo están haciendo.
Un voluntario es una persona que hace un trabajo que debería estar remunerado a cambio de la satisfacción personal de mantenerse ocupado ayudando. Sin embargo, un voluntario también es un puesto de trabajo que nadie está cobrando y que impide que un profesional cualificado acceda al mismo; o, en el peor de los casos, que uno que hacía ese trabajo ahora se encuentre parado. Me constan varios casos.
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Ilustración: Patri Tezanos (Zonaretiro.com)
Don Bernardino says:
Ayer un diario digital madrileño destacaba en el titular, referido a la visita de la alcaldesa al antiguo pueblo de Vicálvaro (apuesto cualquier cosa a que era la primera vez), una de sus frases memorables: “Vicálvaro es un barrio muy ‘apañao”. Por lo visto eso fue lo más afortunado que se le ocurrió. A este paso Botella le va a arrebatar a Enrique Tierno el puesto de alcalde intelectual de Madrid.
Morlaco says:
Pues parece que la Botella no es la única que suelta perlitas, sr. Bravo. Lo que usted llama personas voluntariosas son voluntarios y el voluntarismo es voluntariado. Ya que es usted periodista debería usar el lenguaje con mayor corrección.
Alfonso says:
¿A todo le sacamos la puntilla eh? Yo creo que está bastante claro que es un juego de palabras… caballero.
Por cierto, dicen que cuando uno apunta al cielo, el tonto mira el dedo…
Padre says:
Como Padre hago el siguiente llamamiento al resto de padres; si vuestros hijos están estudiando y tienen tiempo libre, no dejéis que se metan a voluntarios de lo que sea. Explicadles que así están trabajando gratis y quitando un puesto de trabajo a posiblemente otro padre necesitado de dinero para mantener a sus hijos. Si quieren ayudar, que ayuden en casa haciendo tareas del hogar, y si tienen más tiempo libre que estudien cursos o que destinen el tiempo a ocio, al facebook o a lo que sea, o que practiquen más deporte o lean más. Hay multitud de opciones que también le “llenarán” espiritualmente y no quitarán un puesto de trabajo. No dejéis que se aprovechen de su juventud e inexperiencia en la vida.
Javier León says:
Parece que a la izquierda no le ha sentado bien que una mujer ocupe el sillón de alcaldesa, mira por donde: que si ha metido la pata hablando, que si la frase no fue afortunada, que si no ha sido elegida por sufragio directo…cualquier persona que tenga una vida pública está claro que está sujeto a meter la pata, como todo el mundo, solo que a ellos se les ve mas. Lo que me hace gracia es ver porque cuando se subvencionaba a las lesbianas de Mozambique, se nombraba como ministra a una persona practicamente sin curriculum ni cultura como demostró después con su locuacidad, cuando se subvencionaban mapas clitoroidianos y cuando se posaba en el vogue con trajes de alta costura…eso era progresismo y feminista; cuando una señora dice que Vicálvaro es apañao, es ser reaccionario y poco intelectual. Don Bernardino, ¿que opinión le merece a usted Doña Magdalena Álvarez o sus impagables faltas de ortografía verbales? ¿protestó usted airadamente por la dicción ligeramente pailana del Sr. Blanco?¿Hacemos una competeción de “intele-tuales”?¿Le pareció a usted intele-tual que el Sr. Tierno exclamase “todos a colocarse!”?