C. Muñoz*.- El conflicto de jardineros y barrenderos de Madrid no es uno más. Es un conflicto fundamental que debemos ganar los ciudadanos. Es un ataque directo al estado de nuestra ciudad y a nuestro derecho a una ciudad limpia y unos trabajos dignos de quienes mantienen nuestras calles y jardines en un estado de higiene necesario.
No es sólo un conflicto de los trabajadores que serán despedidos y de quienes verán recortados sus sueldos brutalmente. Ni siquiera es el conflicto de un colectivo al que los gobernantes han tratado de humillar y quitar toda su dignidad. Ni únicamente el drama de otras 1.135 familias que verán cómo se pierden sus trabajos por culpa de las políticas capitalistas.
La alcaldesa, como buena neoliberal, se lava las manos. El proceso de saqueo de estos políticos es el de siempre: venden los servicios públicos a empresarios. La prioridad deja de ser el servicio público, y pasa a ser el beneficio de unos pocos, y la desgracia para la mayoría. Posteriormente, el político capitalista decide que no puede intervenir en los conflictos entre empresarios explotadores y trabajadores explotados. Y a partir de ahí, el estado actual: el político deja libre el camino al saqueo, con repercusiones en las vidas de miles de trabajadores, y en la de todos los ciudadanos, que ven cómo los servicios públicos van degradándose por la codicia consentida de una casta política y empresarial.
No sólo deben movilizarse los 6.000 trabajadores del sector. Todos los madrileños deberíamos participar activamente en la limpieza de esta casta, y en la restitución de nuestros derechos a trabajadores y ciudadanos. Es por ello que nuestra fuerza debe redoblarse en el apoyo a la huelga indefinida. No debemos volver a ceder. Para muchos puede resultar paradójico que tengamos que ensuciar nuestras calles para poder tenerlas limpias. Es momento de darlo todo en un conflicto clave para los madrileños. Porque sin un servicio público y digno de limpieza, nuestra vida sería insufrible. Esta victoria nos debería abrir los ojos sobre la fuerza que tenemos los ciudadanos sobre los políticos, que deberían servir a la ciudadanía y no a élites empresariales.
No vamos a ceder, y vamos a crear todos los instrumentos necesarios para que los barrenderos y jardineros puedan mantener su reivindicación de manera indefinida, hasta que nos sean devueltos derechos a trabajadores y ciudadanos. Ya están surgiendo iniciativas y eventos solidarios de apoyo a esta lucha. Una de las herramientas que tenemos en nuestra mano es participar en la caja de resistencia creada en colaboración con la Red de Solidaridad Popular para poder ayudar a las familias de los trabajadores que mediante la huelga están renunciando a sus sueldos. Hasta la victoria, compañeros barrenderos y jardineros, por el bien de todos.
* César Muñoz es Coordinador de IU Retiro y Miembro del Consejo Político Regional de Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid.