P. Rodríguez.- Más de 75.000 empleados de la sanidad madrileña irán a la huelga a partir de la noche del domingo 25 de noviembre. Seguirán los paros convocados por sindicatos Satse, CCOO, Amyts, CSIT-UP, UGT y USAE contra la “reestructuración sanitaria planteada por el Gobierno de Madrid” y sus “recortes”, que no son tal según el presidente de la Comunidad, Ignacio González, y el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, que opinan que “nada de lo que hay detrás de esa presunta huelga es verdad”, y que “los sindicatos y la oposición utilizan una vez más, a los pacientes”, respectivamente.
La huelga tendrá lugar los días 26 y 27 de noviembre y 4 y 5 de diciembre. Y a los empleados sanitarios y no sanitarios de los hospitales y centros de salud dependientes de la Comunidad de Madrid se sumarán, desde las 8.00 horas del lunes, los médicos de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM), aunque en este caso se trata de una convocatoria de huelga indefinida, que se celebrará cada semana de lunes a jueves.
Se atenderá como en los días festivos
Los servicios mínimos acordados por la Consejería de Sanidad y los sindicatos, hasta las 22.00 horas del martes, equivalen a los de un domingo o festivo, y en los hospitales se mantendrá, además, el personal que tenga guardia programada para esos días, como ya ocurrió en la huelga general del pasado 14 de noviembre.
Se mantendrá 100% de los servicios de transporte sanitario y se trabajará al completo en las unidades de diálisis, oncología, Urgencias, cuidados paliativos, SIDA o trasplante de órganos, entre otros servicios con pacientes afectados por patologías especialmente graves o de riesgo vital.
Contra la privatización
El objetivo de la huelga es “exigir a la Consejería la retirada del ‘Plan de medidas de garantía de la sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de la Comunidad de Madrid’ contemplado en los Presupuestos” regionales para 2013, que incluye la externalización de la gestión sanitaria de seis hospitales y la no sanitaria de toda la red pública, así como de 27 centros de salud y la Unidad Central de Radiodiagnóstico; la reconversión del Carlos III, el cierre del Instituto de Cardiología, la centralización de laboratorios, la privatización de 26 categorías de personal no sanitario y el cobro de un euro por receta, entre otros.
Pérdida de empleos
Según los sindicatos, el plan acarreará la pérdida de 8.000 puestos de trabajo en la sanidad madrileña. Por ello, y por la actual situación de recortes, los trabajadores de una veintena de hospitales madrileños mantienen encierros siguiendo el ejemplo del Hospital de La Princesa, que así lo hizo el pasado día 2 y cuyo ruido ha hecho cambiar de parecer al gobierno regional, que no cerrará sus urgencias y permitirá que siga siendo un hospital general.
José Luis says:
Me quito el sombrero por estos profesionales dispuestos a perder cuatro días de sueldo por una Sanidad mejor. Porque sin sus puestos de trabajo no gozaríamos del servicio que ahora los políticos quieren recortar. Un aplauso para todos y cada uno de ellos.