P. Rodríguez.- Más de 200 policías nacionales se han manifestado este domingo 23 de marzo de 2014 de forma espontánea frente a la sede de los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), comúnmente denominados como los antidisturbios, para pedir la dimisión de los responsables de la organización del dispositivo de actuación policial en la marcha del 22M, tras la cual tuvieron lugar numerosos altercados en la que decenas de radicales hirieron a medio centenar de agentes.
Han mostrado su “malestar” por la “incompetencia” de los mandos que daban “órdenes y contraórdenes”.
El Sindicato Unificado de Policía (SUP), mayoritario en la Policía Nacional, ha censurado los “errores en la dirección y en la toma de decisiones”. En su opinión, se ordenó a los agentes actuar sin contar con los medios adecuados, lo que motivó que “asumieran riesgos innecesarios cuyas consecuencias se vieron materializadas en las lesiones que sufrieron, algunas de carácter muy grave”.
Un portavoz del Sindicato Unificado de Policías (SUP), Miguel Ángel Fernández, ha explicado que los incidentes que se sucedieron en la plaza de Colón pudieron haber costado la vida a algún agente y no sólo las heridas que sufrieron medio centenar de ellos.
Según ha manifestado, “unos quince miembros de la UIP se vieron rodeados por casi mil manifestantes” y “si no llega a ser por los servicios de información propios de la policía podrían haber muerto porque estaban rodeados”. Según Fernández, los antidisturbios “solicitaron ayuda” pero “los responsables de la comisaría general ciudadana no respondieron” a su petición.