Muere una joven limpiando su cocina con amoniaco

Madrid,

L. Torres.- Una joven de 30 años de edad ha fallecido este lunes 9 de julio de 2018 por la tarde tras sufrir una intoxicación por gas amoniaco inhalado mientras limpiaba la cocina de su casa en la calle San Herculiano (Canillejas).

La joven llevaba dos horas limpiando la cocina de su casa cuando comenzó a sentirse mareada y llamó al 112.

Al llegar los sanitarios a su casa no pudo abrirles la puerta: ya se encontraba en parada cardiorrespiratoria.

Los bomberos echaron abajo la puerta y los sanitarios le practicaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar durante 30 minutos, pero no pudieron salvarle la vida.

Precauciones

El amoniaco es un compuesto químico -también llamado trihidruro de nitrógeno o gas de amonio-, cuya fórmula se representa en términos químicos como NH3: un átomo de nitrógeno y tres de hidrógeno por cada molécula, con un olor muy fuerte.

Pese a que se comercializa en forma líquida, el estado natural del amoniaco a temperatura ambiente es el gaseoso. De ahí que el líquido desprenda gas.

Su inhalación es muy peligrosa, como indican las etiquetas que van pegadas en las botellas de amoniaco.

Hay que ponerse guantes y diluirlo en mucha agua

Al usar productos de limpieza que contienen amoníaco, hay que ponerse guantes para evitar el contacto directo con el producto (tocarlo puede producir quemaduras y ampollas), asegurarse de que el lugar esté bien ventilado (puertas y ventanas abiertas), utilizar muy poca cantidad diluida en mucha agua, no acercarse a olerlo y jamás debe mezclarse con lejía de cloro, ya que esto produce gases tóxicos llamados cloraminas.

La exposición a los gases de cloramina puede causar tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, náuseas, irritación en la garganta, la nariz y los ojos; o neumonía y líquido en los pulmones.

Tan eficaz como peligroso

El amoniaco es un producto de limpieza muy valorado, dada su gran capacidad de quitar manchas, en particular las manchas de grasa, de zumo o de sangre y su poder para limpiar alfombras y moquetas.

Se debe evitar su inhalación, ya que causa irritación de ojos y garganta, y también hay que impedir el contacto directo con la piel. En grandes cantidades, puede ocasionar problemas graves, e incluso, la muerte.

Hay que manejarlo con cuidado y precaución cuando se emplea en la limpieza y cerrar bien el recipiente que lo contiene al guardarlo.

No tocarlo, mucho menos teniendo la piel húmeda

El contacto del amoniaco con la piel -tanto en estado gaseoso como en líquido poco diluido- puede causar irritación (más si la piel estaba húmeda antes de entrar en contacto con la sustancia), quemaduras y ampollas si la concentración en el ambiente excede 300 ppm.

Si bien su ingestión resulta poco probable, conviene saber que sus efectos también son muy nocivos: la destrucción de la mucosa gástrica. Esto acarrearía múltiples problemas digestivos, con posibles resultados fatales.

En caso de accidente consultar al Servicio Médico de Información Toxicológica Tel. 915 620 420

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