Muere en el Retiro al caerle una rama encima mientras jugaba con sus hijos

Madrid,

P. Rodríguez.- Un hombre natural de Toledo de 38 años que este sábado 21 de junio de 2014 a las 17.00 horas se encontraba sentado bajo un árbol del Parque del Retiro, a la altura del número 13 de la calle Menéndez Pelayo, junto a Doctor Castelo, falleció al caerle encima una gran rama de unos 30 centímetros de grosor que se desprendió desde unos 10 metros de altura.

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La víctima se encontraba cuidando de sus hijos, de cuatro y un año y medio respectivamente, mientras su mujer visitaba a un familiar enfermo.

Los vecinos que a esa hora paseaban por el parque escucharon un fuerte crujido y vieron caer la gran rama, por lo que corrieron en su ayuda, pero el hombre ya estaba en parada cardiorespiratoria y con fuertes traumatismos abdominal y pélvico, por lo que, mientras un hombre comenzaba las tareas de reanimación, otro llamó a los efectivos de Emergencias, que continuaron intentando reanimarle sin éxito durante 40 minutos.

gran-ramaUn agente tutor de la Policía Municipal se hizo cargo de los pequeños, que afortunadamente resultaron ilesos, y una psicóloga del Samur se encargó de dar aviso y atender a su mujer.

El levantamiento del cadáver se produjo cerca de las ocho de la tarde y fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde se le practicó la autopsia.

Agentes de Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía investigan las causas del accidente.

Ramas gigantes caídas en el Retiro

No es la primera vez que ramas de grandes dimensiones caen sin ser días de fuertes lluvias o vientos. El verano pasado, el domingo 14 de julio de 2013 a las 13.00 horas, un día soleado y sin contratiempos climáticos como el de este sábado, varias ramas cayeron en el acceso al Parque por la calle Doce de Octubre, sin provocar heridos, como informó en exclusiva Zonaretiro.com.

Comentarios

  • El cátedro enmascarado says:

    Alguien debería recordarle a quien corresponda (y todos sabemos a quién corresponde) que los impuestos tienen que servir, entre otras cosas, para mantener adecuadamente el arbolado de parques y calles. Cuando, a pesar de la insultante presión fiscal, los recortes presupuestarios se aplican en partidas destinadas a garantizar la integridad física de los ciudadanos, los accidentes mortales como el que recoge la noticia no son atribuibles al infortunado azar. Menos relaxing cup of café con leche y más vergüenza política de quienes se embolsan un dineral no se sabe muy bien por qué. ¿Asumirá alguien -y no me refiero a un par de operarios de los de mil eurillos mensuales- la responsabilidad por lo sucedido? Se admiten apuestas.

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