Cómo corregir la miopía mientras duermes

Madrid,

Zonaretiro.com.- Todo miope conoce los problemas que acarrea la miopía. Como depender de gafas o lentillas que limitan y complican la vida diaria desde la infancia o escoger opciones más radicales, como la cirugía, que no está recomendada en todos los casos. Si bien tanto las lentillas como la cirugía han supuesto grandes avances para afrontar el problema de la miopía, hasta ahora los miopes solo podían escoger entre métodos limitantes, como las lentillas o las gafas, y tratamientos invasivos y no reversibles, como la cirugía.

La investigación y los avances en el campo de la optometría y la oftalmología han hecho posible una tercera opción. La ortoqueratología (también conocida como Orto K), que, aunque esté en pleno auge, es un tratamiento nacido en los años 60 y que combina eficacia y reversibilidad para corregir la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Lo más sorprendente de Orto K es cómo corrige la miopía de forma muy efectiva: durante el sueño.

Orto K: las lentillas para no usar lentillas

No es magia, es ciencia. Las lentillas Orto K se usan exclusivamente para dormir y su funcionamiento es sencillo: el usuario se pone las lentillas, diseñadas específicamente para él, para ir a dormir. Durante la noche, el epitelio corneal, la capa más superficial de la córnea, adquiere suavemente la forma de la lente. Un cambio diminuto, que no se nota ni causa molestias de ningún tipo. Cuando el usuario de Orto K se despierta y retira las lentes de contacto, su ojo ya se ha adaptado a la curvatura para una visión completamente normal. Todo el día. Todos los días que usa sus lentillas nocturnas Orto k.

Te acuestas con tus lentillas nocturnas y te levantas “sin miopía”

El hecho de que se usen justo al contrario que las lentillas convencionales, para ir a la cama y no al despertar, hace que con frecuencia se comparen con una “ortodoncia para la vista”. Pero las diferencias con las lentillas convencionales no acaban ahí. Al contrario que las lentillas blandas de uso diurno, las lentillas Orto K están hechas de materiales permeables a los gases, que permiten que la córnea está convenientemente oxigenada, evitando así los inconvenientes de las lentillas convencionales.

Orto K corrige la miopía (0,5 a 7 dioptrías), la hipermetropía (0,5 a 4 dioptrías), el astigmatismo (0,5 a 5 dioptrías) y también la presbicia. Y aunque ofrece ventajas innegables para el usuario adulto que quiere disfrutar de la libertad que proporciona la cirugía sin sus riesgos, con quien Orto K ha probado mayor eficacia es entre los niños y adolescentes.

Es un hecho, las lentillas nocturnas ralentizan el crecimiento de la miopía en niños y adolescentes. Diversos estudios clínicos demuestran que Orto K ralentiza el aumento de la miopía en un promedio entre el 44% y el 50%. Es importante saber que el único periodo en que se puede frenar el aumento de la miopía es precisamente en la niñez y en la adolescencia, entre los 6 años y los 17 años aproximadamente, que también es cuando más aumenta.

¿La miopía se hereda o se adquiere?

Teniendo en cuneta los estudios más recientes, ambas respuestas serían correctas: la genética es una parte del problema pero el estilo de vida también. Los hábitos de alimentación, el poco tiempo de actividad al aire libre, el escaso descanso para los ojos o el uso excesivo de pantallas son, entre otros, factores que pueden incidir en la miopía. Es también la explicación de que en Europa, casi la mitad de los menores de 35 años sean ya miopes.

¿Qué consecuencias tiene no controlar la miopía de un niño?

El problema de la miopía no radica en usar o no usar gafas. La miopía se debe a un crecimiento excesivo del ojo. Uno de los síntomas de este crecimiento es la mala visión de lejos. Pero además, acarrea un aumento en el riesgo de padecer enfermedades oculares en el futuro hasta el punto de que una miopía que ha aumentado en exceso (miopía magna) es la primera causa de afiliación a la ONCE. Y, aunque la cirugía pueda corregir la mala visión de lejos, no cura la miopía: un ojo miope, con buena o mala visión, será siempre un ojo miope.

Una miopía infantil que no se controla puede llegar hasta las 6 dioptrías, lo que se denomina miopía magna, y la miopía magna además de no ser operable con técnicas habituales multiplica las posibilidades de padecer glaucoma o desprendimiento de retina entre otras afecciones.

Desde la infancia se puede corregir la miopía con Orto K

Por eso, muchos padres miopes, que conocen el sufrimiento que conlleva, han querido evitarles a sus hijos pasar por lo mismo. Es una experiencia difícil para un niño o una niña no poder ir a la piscina o a la playa con sus lentillas o sus gafas. Tener que estar pendientes siempre de las gafas, para que no se rompan, y que además sean causa permanente de frustraciones, solos ante el espejo o en clase con sus compañeros.

Cómo mejorar la vida de un niño miope

Pero más importante aún es controlar el aumento de su miopía en la única edad en que es posible prevenirlo. Para ello es fundamental realizar revisiones oftalmológicas periódicas. Este hábito, que es común por ejemplo en la salud dental, no lo es en un aspecto tan crítico y sensible como la salud visual de los más pequeños (uno de cada dos niños que necesitan gafas no las usan por desconocimiento de sus padres). Y, cuando, aparece la miopía, Orto K proporciona el único método no farmacológico para frenar la miopía con un sistema que permite la supervisión paterna y que, al usarse sólo en el entorno doméstico, pueden integrarse en la rutina habitual, tan fácilmente como lavarse los dientes.

¿Cuál es el mejor método corrector para la miopía?

La respuesta es “depende del paciente”, el cual siempre debe consultar con su especialista. Sin embargo, cada método presenta restricciones y ventajas que conviene conocer de antemano.

La edad es importante

Ni los niños ni los adolescentes pueden someterse a cirugía refractiva, que es por definición irreversible, hasta alcanzar los 18 o 20 años. Hasta esas edades, normalmente, el error refractivo no se estabiliza y pueden variar sus condiciones y necesidades de corrección.

La libertad, también

Disfrutar en libertad, sin usar ningún sistema de corrección de la visión durante todo el día es una gran ventaja. Tanto por la comodidad de llevar una vida activa sin restricciones como por el aspecto estético, que es una ventaja importante para los pacientes miopes. En ese caso solo existen dos opciones: Orto K y la cirugía.

Cuidado: tras una cirugía láser la miopía puede volver

Existe la falsa idea de que la cirugía “cura la miopía” y que tras una operación la miopía ha quedado atrás para siempre. Nada más lejos de la realidad. La cirugía láser corrige únicamente el defecto refractivo causado por el crecimiento excesivo del ojo. Pero un ojo operado, aun con buena visión, sigue siendo un ojo miope, con todas las consecuencias que pueden derivarse de ello. Además, y más importante, la edad recomendada para operarse, en torno a los 20 años, es la edad en la que se supone que el aumento de la miopía ya se ha estabilizado.

Pero esto no siempre es así: en algunos casos la miopía puede volver a aumentar. En estos, una nueva cirugía no siempre es posible. Métodos reversibles como Orto K ofrecen, en cambio, una opción cómoda, no invasiva y reversible, ya que si la miopía aumenta en edad adulta, solo es necesario cambiar las lentes  Orto K.

“No son infrecuentes los casos de pacientes post-lasik, que, una vez operados, vieron su miopía aparecer de nuevo”, aclara la doctora Lovera, oftalmóloga de la clínica Doctor Lens, “es importante que la cirugía no sea la primera opción para un paciente miope”. Doctor Lens, única clínica en España especialista exclusivamente en ortoqueratología apuesta por el control de la miopía para afrontar los retos que los nuevos hábitos de vida plantean para la salud visual. “Contamos con más de 15 años de experiencia en Europa en esta especialidad, durante los cuales hemos atendido a más de 3.000 pacientes satisfactoriamente”, afirma la Dra. Lovera, por eso nuestro enfoque es siempre entender la salud visual de los pacientes como un compromiso a largo plazo”.

Para más información sobre Orto K y Control de Miopía: Clínica Oftalmológica Doctor Lens. C/ Sainz de Baranda 29. Madrid 28009. Tel.: 915 991 514. info@doctorlens.es

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