El olmo ‘Pantalones’ del Jardín Botánico, amenazado de muerte

Madrid,

[vc_row][vc_column width=”1/4″][BetterWeather-inline location=”40.4180,-3.6688″ inline_size=”large” icons_type=”animated” font_color=”#595959″ unit=”C” show_unit=”on” visitor_location=”off”][easy-social-share buttons=”facebook,twitter,google,linkedin,pinterest,pocket,print,mail,whatsapp,meneame” counters=”1″ counter_pos=”top” total_counter_pos=”none” hide_names=”no” fixedwidth=”yes” sidebar_pos=”left” print_text=”Imprimir” meneame_text=”Menéame”][ult_animation_block animation=”fadeInLeft” animation_duration=”3″ animation_delay=”0″ animation_iteration_count=”1″ opacity=”set” opacity_start_effect=”70″][td_block3 limit=”2″ custom_title=”En Portada”][/ult_animation_block][/vc_column][vc_column width=”3/4″][vc_column_text]L. Torres.- El árbol más famoso del Jardín Botánico del distrito de Retiro, Pantalones, un olmo de 225 años así denominado por su forma de unos pantalones invertidos, sufre una plaga de hongos que le ha llegado a través de un escarabajo, la grafiosis, y está luchando para sobrevivir con la ayuda de los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que trabajan en el edificio anexo al jardín real, como han anunciado en su perfil de Facebook: “Hoy tenemos una mala noticia. El olmo ‘Pantalones’, uno de los más emblemáticos y queridos árboles del Jardín Botánico, está amenazado de muerte”.

El escarabajo, llamado Scolytus scolytus, vendría a ser como el picudo a las palmeras. Tiene en sus patas traseras una especie de púas en las que transporta esporas del hongo desde ejemplares enfermos a otros sanos.

escarabajo-plaga-olmo

El técnico del CSIC, jefe de la Unidad de Horticultura y conservador del Jardín, Mariano Sánchez, ha explicado que estos insectos son capaces de volar tres kilómetros. “Por eso se debe crear un cinturón sanitario de esa distancia cuando se tiene un olmo singular o una olmeda importante para evitar la transmisión de la enfermedad”, ha subrayado.

El escarabajo suele ir a las axilas y entrenudos de los olmos más viejos, ya que detectan que son más débiles, para perforar y dejar ahí la espora. Esta germina y el micelio empieza a crecer hasta llegar al xilema, que es por donde el árbol absorbe el agua y los nutrientes.

El mayor problema consiste en que el hongo se distribuya por el floema, el canal de bajada de nutrientes, ya que así se extendería por todo el árbol. “Se generaría una trombosis general del árbol, que lo mata. Puede llegar a ser fulminante y matar al árbol en una semana”, según remata el investigador.

El ejemplar del Jardín Botánico tiene aproximadamente 225 años y recibe su nombre por la forma de pantalón invertido de sus dos ramas principales. “

“Pantalones es un árbol que hemos utilizado en el Jardín Botánico como narrador de las historias que pasaban en el Jardín”, explica Jesús Muñoz, director del Jardín Botánico. Es, además, uno de los olmos más longevos de la Península, de ahí que se haya incluido en el Catálogo Regional de Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid.

Los ejemplares más viejos de olmo de la península han ido desapareciendo, por eso, aunque hay olmedas estas tienen tan solo entre 20 y 30 años, son retoños que nacen de las raíces de ejemplares muertos.

Pantalones ha demostrado su resistencia a lo largo de más de dos siglos, especialmente a la grafiosis presente desde hace muchos años en Madrid y en España.

El personal del Jardín Botánico está extendiendo tratamientos muy focalizados a los árboles que lo necesitan para que no tengan la misma enfermedad que Pantalones.

tratamiento-plaga-olmo

Al emblemático olmo le podan las ramas en las que hay grafiosis. “Es lo primero que hay que hacer para evitar que el hongo se transmita a través de los vasos hacia abajo”, ha indicado Sánchez.

También se le comenzó a aplicar un tratamiento específico que consiste en inyectar un fungicida para tratar de controlar el hongo. “No matarlo porque eso es imposible”, añade Sánchez.

Este tratamiento puede costar entre 3.000 y 5.000 euros por olmo al año, por eso se aplica en aquellos ejemplares que se consideran singulares.

“Cuando en el Jardín apareció la grafiosis en 1985, hicimos el inventario de olmos y una valoración ornamental. Tuvimos que talar algunos de ellos para evitar riesgos”, continúa el técnico del CSIC.

En ese momento, tres olmos murieron por la enfermedad. Según explica Sánchez: “Para evitar la aparición de la grafiosis es fundamental luchar contra el escolítido y por ello en el Jardín se realizan habitualmente tratamientos preventivos contra el escarabajo”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/1″][ult_animation_block animation=”flipInY” animation_duration=”2″ animation_delay=”0″ animation_iteration_count=”1″ opacity=”set” opacity_start_effect=”60″][vc_gmaps title=”Dónde” link=”#E-8_JTNDaWZyYW1lJTIwc3JjJTNEJTIyaHR0cHMlM0ElMkYlMkZ3d3cuZ29vZ2xlLmNvbSUyRm1hcHMlMkZlbWJlZCUzRnBiJTNEJTIxMW0xNCUyMTFtOCUyMTFtMyUyMTFkMTIxNTEuMzkxNzU1NjIyMDM5JTIxMmQtMy42OTE5OTg2JTIxM2Q0MC40MTIyMTkzJTIxM20yJTIxMWkxMDI0JTIxMmk3NjglMjE0ZjEzLjElMjEzbTMlMjExbTIlMjExczB4ZDQyMjYyN2VmMTNkMjQ5JTI1M0EweDM2MGRjYzEyOGVmMWVjNDglMjEyc1BsYXphJTJCTXVyaWxsbyUyNTJDJTJCMiUyNTJDJTJCMjgwMTQlMkJNYWRyaWQlMjE1ZTAlMjEzbTIlMjExc2VuJTIxMnNlcyUyMTR2MTQxMjIyOTI2MjYwOCUyMiUyMHdpZHRoJTNEJTIyNjAwJTIyJTIwaGVpZ2h0JTNEJTIyNDUwJTIyJTIwZnJhbWVib3JkZXIlM0QlMjIwJTIyJTIwc3R5bGUlM0QlMjJib3JkZXIlM0EwJTIyJTNFJTNDJTJGaWZyYW1lJTNF” size=”350″][/ult_animation_block][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/1″][BetterWeather location=”40.4180,-3.6688″ location_name=”Madrid” show_location=”on” show_date=”on” style=”modern” next_days=”on” bg_type=”natural” bg_color=”#4f4f4f” icons_type=”animated” font_color=”#ffffff” unit=”C” show_unit=”on” visitor_location=”off”][/vc_column][/vc_row]

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *