Viviendas de lujo con garaje robotizado en los antiguos Cines Tívoli

S. Remón.- En verano de 2012, del número 8 de la calle Antonio Acuña sólo se reconocerá la fachada de 1927; la que hasta la fecha daba cobertura a los Cines Tívoli. El arquitecto Rafael Robledo se ha encargado de traer el lujo a este edificio, cerrado desde 2006, que acogerá viviendas del más alto nivel con piscina en el ático y el primer garaje robotizado de barrio.

César Rodríguez, de la promotora Marobisa, y el propio Robledo han contado a Zonaretiro.com todos los detalles del futuro nuevo edificio así como las complicaciones que se han encontrado en su demolición y rehabilitación.

“Todo un reto”, confiesa Cesar Rodríguez. “No sólo había que intervenir en un edificio datado de 1927, protegido parcialmente, cuyo elemento de restauración obligatoria era la fachada, sino que, además, nos enfrentábamos a un programa de necesidades innovador, acorde a las demandas actuales, incorporando una piscina y solarium en cubierta y un garaje robotizado, completando una edificación respetuosa con la normativa”.

Había que convertir unos antiguos cines en viviendas de uno y dos dormitorios (de tres en el ático) por lo que era necesaria una demolición, pero, al estar la fachada protegida, la demolición debía ser parcial. Convertir el edicio existente en uno totalmente renovado con la misma fachada supuso incorporar las más modernas técnicas estructurales y amplios conocimientos en rehabilitación.

La fachada debía mantenerse, pero restaurada. Por ello se decidió, “potenciar el esquema compositivo original, devolviéndole a la fachada su carácter clásico y marcando de nuevo la diferenciación entre el cuerpo central y los torreones que lo flanquean”. “Se propuso una nueva fachada de vidrio y aluminio, ligera y transparente en contraposición a la fachada existente, pesada y densa, que como un velo matizara la presencia de la fachada neoclásica, proponiendo una fachada cambiante en función de los movimientos del Sol y de las características climatológicas”.

La nueva construcción, translúcida, se sitúa como fondo abstracto de la fachada original rehabilitada de principios del siglo XX, y la arquitectura actúa como catalizador entre lo antiguo y lo moderno. Ni promotora ni arquitecto hablan de cifras, pero sí reconocen que “la rehabilitación de la fachada ha conllevado un sobrecoste importante con respecto a un edificio normal porque había que sujetarla durante la ejecución de la obra con un estabilizador y ralentizar los movimientos de materiales.

Los artífices de este proyecto que será una realidad en verano de 2012 si todo va según lo previsto, aseguran que “el nuevo edificio será beneficioso para la zona y para los vecinos que la habitan ya que elimina problemas que podían derivarse de la anterior situación del edificio, cerrado y abandonado desde el año 2006, que podía haberse convertido en foco de marginalidad e inseguridad para el barrio”.

“Además”, insite el arquitecto, “la adecuación del nuevo edificio supondrá asegurar y mantener la línea arquitectónica clásica de la zona y devolver a la vida diaría de la misma una fachada emblemática que se había perdido hasta este momento. El barrio va a recuperar una seña de identidad del mismo”.

 

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Fotos: A. Tezanos (Zonaretiro.com)

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