F. Mollá.- La Puerta de Alcalá de Madrid, vendida a inversores sin escrúpulos. Esto han leído, desconcertados, los madrileños, al pasar por este emblemático monumento de Madrid. Se trata de un cartel allí colocado por los voluntarios de Intermón Oxfam para denunciar que en los países pobres, cada seis días se vende una superficie de terreno del tamaño equivalente a toda el área metropolitana de Madrid (1.700 km2) a inversores extranjeros.
La Puerta de Alcalá ha sido uno de los monumentos escogidos a lo largo del mundo para llamar la atención de esta problemática que padece el Tercer Mundo.
Según los responsables de la fundación, “la nueva oleada de acuerdos sobre tierras no es la inversión en agricultura que millones de personas esperaban. Esta investigación demuestra que la población local suele salir perdiendo frente a las élites locales y a los inversores nacionales o extranjeros, ya que carece de poder para hacer valer sus derechos y defender sus intereses eficazmente. Las empresas y los gobiernos deben adoptar urgentemente medidas para que se respete el derecho a la tierra de las personas que viven en la pobreza”.