C. Linares.- Sólo unos meses después de la negativa de la nueva alcaldesa de seguir adelante con el proyecto del eje Prado-Recoletos del exalcalde Gallardón, para alegría de la presidenta Aguirre, Botella ha aplazado otro de los proyectos de su antecesor, las obras del eje Atocha-Camino Real. En este caso, sin rifirrafes mediáticos de por medio, ha sido la política de austeridad del consistorio la que ha frenado esta inversión en 843.000 euros de los 860.000 euros totales.
Sólo han pasadao nueve meses desde que Gallardón diese luz verde al proyecto y ésta ya se ha vuelto roja. Fue el 20 de septiembre de 2011. Ese día, el entonces alcalde de Madrid afirmó que el corredor Atocha- Camino Real “era la columna vertebral que estructura el tejido histórico de Las Letras y Embajadores (y que quería) hacer de ella un espacio que articule, vincule y sea puerta de entrada al centro histórico mediante la elaboración de un Plan Director”.
“Además de actuar en las plazas de Antón Martín o Jacinto Benavente por las que discurre, aumentaremos las superficies peatonales, mejoraremos la accesibilidad y facilitaremos su conexión con importantes espacios de ambos barrios, como las plazas del Ángel o de Santa Ana, en Las Letras; o las de Tirso de Molina y de Lavapiés, en Embajadores. Todo ello acompañado de medidas para revitalizar las actividades comerciales, rehabilitar el patrimonio arquitectónico y mejorar el paisaje urbano”.
Pero las cosas han cambiado, y mucho. El área de Gobierno de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid debe reducir 12,5 millones de euros de sus presupuestos para afrontar los sobrecostes del anterior gobiernos y sanear la deuda de Madrid.
Estos 12,5 millones son parte de los 128,9 millones que el consistorio se ha propuesto no gastar en la primera fase del saneamiento de la deuda madrileña.