Con motivo de su 150º aniversario, el periódico El Mundo publica un reportaje sobre el estado actual del Parque del Retiro, que “refleja abandono y olvido”.
El castillete óptico permanece vallado desde hace más de 10 años. La empresa encargada de su rehabilitación quebró en 2011 y la estampa en la misma desde entonces.
El baño de la elefanta de la antigua Casa de Fieras tiene un gran montaña de arena olvidada a su lado.
La paredes de la Casa de Fieras están agrietadas y el pavimento que la rodea permanece levantado y lleno de surcos.
La estatua del doctor Cortezo (1921) tiene extirpadas varias partes de su cuerpo así como otros elementos que forman parte del conjunto.
La Fuente de la Alcachofa (XVIII) posee uno de los platos por donde emerge el agua roto y sus figuras están dañadas por la erosión.
Deterioradas también hay esculturas en el Paseo de Coches. Y desaparecidas o ausentes, en el de las Estatuas, donde desde hace décadas falta un rey.
Los pedestales de la Plaza de Mármol están vacíos desde hace decenas de años.
En los jardines de Cecilio Rodríguez, también faltan otras dos esculturas desde hace 20 años.
Y la Fuente Egipcia (también llamada Tripona), estaba coronada hace medio siglo por una figura de la que nada se sabe en la actualidad.
Las ruinas románicas de la Ermita de San Isidoro y San Pelayo del siglo XI, procedentes de una ermita de Ávila y que llegaron a Madrid tras la desamortización, son objeto de actos vandálicos y el crecimiento de un árbol ha puesto en peligro su cimentación.
De la Montaña de los Gatos sólo queda un muro de piedra. Unas filtraciones de agua en la bóveda causaron su cierre hace más de una década. Desde entonces, una valla metálica acordona la montaña y su ría está seca.
El estanque de Las Campanillas lleva nueve años sin agua y sin rehabilitar.
Los carteles de las sendas botánicas son ilegibles, hay caminos impracticables, pocos aseos y mal avenidos. Actualmente, de los cinco que existen, sólo tres están en uso.
El que está junto al Templete de la Música se encuentra en obras. Y el del Paseo de las Estatuas lleva dos años sin luz.
Allí, un empleado de mantenimiento salva la situación con la linterna de su propio móvil.
Además, en los aseos subterráneos de la Plaza de la Alcachofa, la plataforma para minusválidos no funciona desde que se instaló porque los trabajadores necesitan una llave que nadie les ha proporcionado ni saben utilizarla.
No abren hasta las 10.00 horas y echan el cierre a las 18.00, pese a que el acceso al parque está permitido de 6.00 a 00.00 horas.
Los vigilantes del parque finalizan su jornada a las 18.00 horas. Los vecinos dicen que la Policía Municipal, que patrulla el parque a pie, a caballo y en moto, no lo hace todos los días ni en un mismo horario. Y no hay cámaras de seguridad.