Un carril bici segregado, la completación del carril bus, la ampliación de las aceras y la reducción de los carriles de circulación con las cuatro novedades que se incorporarán a la calle Menéndez Pelayo cuando acaben las obras del megaparking subterráneo que quiere construir en Retiro el nuevo alcalde de Madrid, que está “ultimando un estudio integral de movilidad”.
En el exterior
Las obras se llevarán a cabo en un tramo de entre 500 y 700 metros, desde la avenida Menéndez Pelayo, en el cruce con O’Donnell, hasta el hospital Niño Jesús.
Se reducirán dos carriles para el vehículo privado en cada uno de los sentidos (de las zonas con tres carriles por sentido se pasaría a tener dos).
Se van a eliminar las dos bandas de vehículos situadas a ambos lados de la avenida.
En el tramo de los pares (la acera de Retiro) se construirá un carril bici segregado (incluido en el futuro Plan Director Ciclista) y se ensanchará la acera para los transeúntes con la eliminación de un carril para el tráfico rodado.
En el tramo de los impares, el carril que se elimine se destinará por completo a la ampliación de la acera.
El carril-bus será continuado en ambos lados (en la actualidad, el carril-bus desaparece en algunos tramos).
Se estudiará la viabilidad de plantar nuevos árboles en la parte más alta del tramo de acera pegado al Retiro (O’Donnell) una vez que se amplíe.
La obra no supone la retirada de ningún árbol del tramo de actuación ni tampoco la ampliación de la licencia del espacio de ocupación para las terrazas situadas en los impares.
Bajo tierra
Para obtener alguna de las 1.000 plazas de aparcamiento, “tendrán prioridad para residentes”, y una vez que se haya dado satisfacción a esa demanda se analizará “si es necesario plazas de rotación y cuál es el número”.
El parking será “de uso mixto”.
Tendrá gran espacio para el estacionamiento y recarga de vehículos eléctricos, carsharing, micromovilidad y taquillas e-commerce (Amazon, Correos).