F. Mollá.- Tras los persistentes problemas de tráfico en los nueve túneles de la M-30, motivados por su falta de mantenimiento, que debería acometer la concesionaria Dragados, el Ayuntamiento de Madrid ha decidido tomar el control y “secuestrar” temporalmente la concesión.
Son constantes las incidencias ocasionadas por filtraciones en varias de estas infraestructuras.
Por ello, el Ayuntamiento de Madrid imputará a Dragados la reparación de los túneles, que necesitan un presupuesto que oscila entre los 10.000 y los 50.000 por cada trabajo de reparación, y que pasa por sustituir las canaletas por las que pasa el agua por estar fisuradas o con filtraciones.
Dragados, a su vez, ha interpuesto recurso contencioso-administrativo y ha solicitado la suspensión de las resoluciones administrativas dictadas.