J. E. Villarino.- Hemos tardado mucho tiempo en darnos cuenta de que somos pobres y no podíamos seguir con “el tren de vida” que llevabamos. Ha tenido que venir una durísima crisis para bajarnos de la peana y volver a estar, de donde nunca debimos movernos. Pero, las consecuencias de tanto engreimiento, tanto despilfarro y tanta corrupción, pegada a lo público como las lapas de los roquedales coruñeses da Costa da Morte, las van a notar y pagar nuestros hijos, nuestros nietos y, quizá, nuestros biznietos.
Por todas partes vemos escrito u oímos cosas tales como que seis aeropuertos solo tienen un vuelo al día, otros cinco, dos vuelos/día, otros cinco, tres, y así, “en este plan” que decía Umbral, hemos comprado kilómetros de líneas de AVEs que no podemos pagar y trenes AVEs que no vamos a poder mantener. Bien iba la nueva ministra en su botadura como primer espada de Fomento en sus primeras declaraciones. Decía que lo primero iba a ser la auditoría de las cuentas de Blanco y que cada nueva cosa se iba a estudiar con lupa, AVEs incluidos. Pues bien, diez días después ya parece empezar a desvariar, dejando entrever que se harán todos los AVES y que el ministerio está para traer el crecimiento económico. Qué pronto se contaminan estos políticos.
Si nos fijamos en las estaciones de AVE, pasa tres cuartos de lo mismo, venga a hacer encargos a los santones mundiales -incluidos los Moneos españoles- y a hacer mausoleos en vez de funcionales estaciones: ahí está la prevista para Granada, la nueva que se quiere hacer en Puebla de Sanabria, cuando ya hay una bellísima y que servirá de sobra para la media docena de viajeros al día.
Resumiendo, ahora lo que toca es gestionar. Gestionar lo ya hecho e invertido y mantener adecuadamente lo que ya tenemos, lo que en economía se llama la capacidad instalada, sin incurrir en excesos de capacidad que lo único que generan es ineficiencia, pérdidas y déficits.
Nos han demostrado (FEDEA 2010) que más inversiones en infraestructuras no supone directamente más PIB, ni más crecimiento económico.
Yo creo, no obstante, que en materia de transporte, en Madrid, van a pintar oros. En serio. Por vez primera las autoridades que manden en el transporte van a ser tres damas, que suelen tener menos pájaros en la cabeza que los caballeros, por aquello de tener que hacer la compra y manejar la economía doméstica. Pastor en las grandes infraestructuras y el ferrocarril, Aguirre en la Comunidad con su Consorcio Regional de Transporte y grandes operadores como METRO y Botella con EMT, el SER, etc son las nuevas damas del transporte en Madrid. Para remate San Pancracio, el santo del perejil, ha hecho que sean del mismo partido, aunque no sé si a ciencia cierta eso es una ventaja o una, con perdón, putada. El tiempo nos lo dirá. Y si lo hacen bien, se lo premiaremos y si no, se lo demandaremos, como en la jura de la bandera.