P. Rodríguez.- Aprovechando el inicio de las vacaciones de verano de la mayoría de los madrileños y que la ciudad se queda prácticamente vacía a partir del 1 de agosto, el Ayuntamiento de Madrid inaugurará ese día su tercera gran zona de tráfico restringido a vehículos de no residentes en el área central de la ciudad: el Área de Prioridad Residencial (APR) de Ópera, entre el Palacio Real y la Puerta del Sol.
Cuando los madrileños regresen de sus vacaciones se encontrarán con que no podrán circular por dicha zona si no son residentes de este barrio, como ya figura en el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid, que ha publicado este lunes 2 de enero el decreto del Área de Medio Ambiente y Movilidad por el que se implanta este ámbito de circulación restringida, que es el tercero de la ciudad después de los de Las Letras y Cortes -cerca del Museo del Prado y el Congreso-, creado en 2005, y de Embajadores -en el entorno del Rastro y Atocha-, que data de 2006.
El decreto establece que las medidas de restricción de la libre circulación de vehículos y los criterios de acceso y funcionamiento, así como una modificación parcial de la delimitación del Área de Prioridad Residencial de Embajadores que lo acompaña, entrarán en vigor el 1 de agosto de 2015.
En la exposición de motivos del decreto se destaca que las áreas de prioridad residencial “han demostrado una elevada eficacia en la promoción de una movilidad más sostenible y más amigable para el peatón, y la disuasión del uso del coche”. Se estima en un 15 % la reducción mínima del tráfico interior en las zonas donde se han implantado.
También se mencionan los objetivos de “preservar los niveles de emisión de ruido, gases, humos y partículas contaminantes en zonas de gran densidad residencial y mejorar las condiciones de residentes, comerciantes y visitantes en un entorno más habitable”, como pretende el Plan de Calidad del Aire 2011-2015, que prevé la implantación progresiva de nuevas áreas de prioridad residencial.
En este sentido, señala que la zona de Ópera “se caracteriza por una gran concentración de establecimientos comerciales y de ocio, así como de edificios y lugares de interés turístico”, y que por ello existe “una alta densidad de tráfico que repercute en la calidad de vida de los residentes y comerciantes de la misma, y que hace, por tanto, necesaria la implantación de un ámbito de circulación restringida de vehículos”.