Los empleados de Metro de Madrid estrenan uniforme 26 años después del último cambio. Ahora visten de un azul más llamativo y llevan corbatas antiatrapamiento, con un nudo fijo, una goma elástica y un cierre que se suelta fácilmente en caso de atrapamiento, guantes táctiles, pantalones térmicos y grandes bolsillos en los que guardar las tablets que hoy día utilizan.
Las mujeres han podido elegir entre falda y pantalón.
Se han producido más de 65.000 prendas destinadas para los 3.517 empleados cuyo trabajo se realiza de cara al público y, por lo tanto, representan la imagen corporativa de la compañía.
El presupuesto de este cambio de vestuario es de 2,2 millones de euros e incluye una segunda dotación que se repartirá a partir de 2022.