La ocupación media del Cercanías a la T4 de Barajas es sólo del 5,4% en su primer año de funcionamiento

J. E. Villarino*.- La estación de Cercanías de la terminal T4 del aeropuerto madrileño ha contabilizado durante este primer año de servicio un millón de viajes, lo que supone 3.300 viajes/día. Estas cifras representan para las 34 circulaciones por sentido en las 19 horas de servicio, una ocupación media de 51,4 viajes/tren, o lo que es lo mismo, una ocupación del 5,4% de media por tren de las 985 plazas disponibles, o 18% sobre los 277 asientos.

Desde hace poco más de un año, la T4 de Barajas cuenta con dos ferrocarriles: Metro y Cercanías. No es de extrañar que la demanda que antes tenía Metro en exclusividad, se reparta ahora entre ambos operadores y den lugar a esta baja cifra de ocupación. Los políticos no se dan cuenta, o no quieren dársela, de que la demanda de una infraestructura es la que es y que no por hacer más infraestructuras éstas van a ser ocupadas y rentabilizadas.

Desde Zonaretiro.com hemos denunciado en innumerables ocasiones los despilfarros de las administraciones y más en concreto de los despilfarros en el transporte madrileño. Éste es uno más. Con un sólo ferrocarril al aeropuerto hubiese sido más que suficiente. Lo que ocurre es que cada cual va a lo suyo porque no se piensa en el bien común, en el interés general, sino en el interés político particular de cada cual. Que si la Comunidad hace un Metro a Barajas, Fomento, un tren. Y lo cierto es que éste que les escribe ya estaba estudiando la viabilidad del tren convencional a Barajas allá por la segunda parte de los años 90. Se adelantó la Comunidad y Fomento, entonces del mismo signo político y luego no, siguió con el proyecto, con el despilfarro, con más de lo mismo.

El asunto no acaba ahí. Con lo que ha costado ese Metro o ese tren podrían haberse hecho otros equipamientos sociales o del tipo que fuese; pero dejando a un lado esto, ahora hay que mantener, todos los días estas dos infraestructuras y sus respectivos trenes, pagar a su personal, pagar la energía que consumen y otro largo etcétera de gastos más.

Desde el punto de vista de la justicia distributiva, el tren a Barajas, al depender del ministerio de Fomento, se ha sufragado vía impuestos generales de la administración central, al igual que los gastos de mantenimiento en los que incurre.

La Hacienda General del Estado se nutre de los impuestos de todos los españoles y, por tanto, todos los contribuyentes españoles han contribuído a costear este servicio. Incluso el señor del pueblo más remoto de Lugo, que no tiene Metro, ni tren, ni Cercanías, ni aeropuerto, ni ningún tren a ningún aeropuerto. El anciano de la montaña palentina a quien antes recogía una ambulancia para llevarle al hospital o al centro de día de su comarca y ahora por los recortes tiene que pagar un tanto ve en el telediario cómo unos trenes de la capital de la nación van vacíos al aeropuerto, gracias a su dinero y los recortes que sufre.

Hasta ahora nadie -ni el Fiscal General del Estado, ni el Defensor del Pueblo, ni la Comisión Nacional de la Competencia, ni el juez de instrucción más anodino- ha llamado a nadie a responder de un dislate de muchos miles de millones de euros, del lucro cesante de esta infraestructura casi inútil, lucro que podía ser útil y cierto en otro proyecto social. La clase política no quiere que alguien haga justicia por el despilfarro del tren y el metro a Barajas ni por ningún otro despilfarro.

*José Enrique Villarino es economista y consultor, especialista en Transporte, y miembro del Foro del Transporte y el Ferrocarril (FTF).