J. E. Villarino.- Por la prensa nos hemos enterado de que Fomento finaliza el trámite medioambiental para electrificar y duplicar la línea entre Humanes e Illescas, entrando ya en territorio castellano-manchego y llevar las Cercanías a esta localidad toledana. Parece que todavía no nos hemos dado cuenta de que todo suma al déficit y que solamente debe invertirse en lo necesario, en lo imprescindible. Y las cercanías a Illescas no son vitales para los habitantes de Yllescas, ni para los de la Sagra, ni para tantos y tantos adonde se han llevado las Cercanías, en Madrid y en otras ciudades españolas.
Para que haya servicio de Cercanías, debe (decimos, debe) haber movilidad suficiente para conjugar las necesidades de los ciudadanos y una mínima rentabilidad, no ya económica, sino social. Rentabilidad para el operador, hasta ahora Renfe Operadora. Ninguna de las líneas en explotación de todos los núcleos de España gana dinero -margen de resultados positivo-, ni siquiera en la línea que mayor número de viajeros transporta que es la C-5 Móstoles- Humanes, de Madrid, con 300.000 etapas/día.
Prolongar, sea poco a poco, pero sin desmayo, los servicios de cercanías de manera indiscriminada (Griñón, Yllescas, Torrejón de la Calzada, Torrejón de Velasco, Navalcarnero, en el sur y Algete, San Agustín de Guadalix, Soto del Real, en el Norte; Mejorada del Campo en el Este y Villaviciosa de Odón en el Oeste) tiene dos efectos: uno, abultar el déficit de las Cercanías para llevar servicios allí donde no existe demanda potencial ni real, aunque sus políticos locales digan lo contrario, demanda que podría cubrir y cubre ya el servicio de autobuses y, dos, un efecto pernicioso sobre el modelo territorial: el tren crea expectativas especulativas todo a lo largo de los destinos adonde va llegando, lo que hace que la demanda de vivienda de menor poder adquisitivo se vaya desplazando hacia la periferia por la existencia de una oferta de menor precio, costando cada vez más tiempo y dinero ir y venir del trabajo.
El modelo de asentamientos es, por tanto, cada vez más ineficiente, costoso y antisocial desde cualquier punto de vista que se contemple: económico, energético, medioambiental, etc. Las Cercanías, como todo, tienen su límite y ámbito, propios de sus funcionalidades. A unos sitios debe llegar el Metro, a otros un determinado tipo de tren, a otros el bus, etc, etc. A cada sitio debe llegar preferentemente el modo de transporte más eficiente respecto del ámbito que sirve y duplicar o reiterar modos es, además de tirar el dinero, pervertir el modelo territorial. En concreto, en Madrid, -así como en el resto de España- es necesario y urgente revisar el Plan de Cercanías 2009-20015 y parar tanto despropósito, máxime en los momentos que atravesamos en que no hay un duro para invertir, ni para trenes, vías y empleados que mañana habrá que mantener y pagar.
No digamos ya el despropósito que supone plantear en las circunstancias actuales un eje transversal, buena parte en túnel, que debió hacerse -no exactamente como este propuesto- en vez del segundo túnel, que aparte de tener una estación en Sol, tiene el mismo recorrido que el ya existente. Más Atocha, más Nuevos Ministerios, más Chamartín. A esto último ya nos hemos referido en otra ocasión. En estos momentos no existe capacidad financiera para acometer este plan del gobierno anterior y es necesario posponerlo por los años que sean necesarios. Luego, habrá que acometer otro plan más racional.
IDILLESCAS says:
Aprende a escribir Illescas… en lugar de Yllescas… que sabrás de la necesidad del Cercanias para toda la comarca de la Sagra CON UN POBLACIÓN DE 150.000 habitantes… ¿cuantas ciudades de Madrid tienen esa población y llega el Cercanías?… EL MUNDO ESTÁ LLENO DE IGNORANCIA… CRITICA LAS LINEAS DE AVE QUE VALEN MILES Y MILES DE EUROS… y no duplicar una vía y electrificarla 10-15 kms que supone la ampliación a Illescas… ¡¡¡CERCANÍAS EN 2015 YA PARA LA SAGRA!!!