C. Linares.- El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este jueves 20 de marzo de 2014 la resolución de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, sobre la evaluación de impacto ambiental del proyecto ‘Acceso UIC al aeropuerto de Barajas’, referente a las obras que harán posible la llegada del tren de alta velocidad al aeropuerto de Madrid-Barajas desde la estación de Chamartín. Y el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente ya ha dado su visto bueno.
La resolución asegura que las obras para construir el trazado no tendrán “impactos adversos significativos” en el medio ambiente si se llevan a cabo con las cautelas que contempla el proyecto. Tampoco será necesaria “la construcción de pantallas acústicas” ni hay riesgo, asegura el texto, de afectar a restos “de carácter arqueológico o paleontológico” con las obras.
Ahora será el presupuesto disponible el que marcará los plazos para culminar un proyecto.
Los expertos hablan de despilfarro
Como explica el experto en Transporte de Zonaretiro, esta “vieja aspiración de unir en matrimonio Barajas y el AVE” se pospuso “por la falta de dinero”.
Villarino considera que esta obra, cuyo coste se cifra en 150 millones de euros, “es el penúltimo despilfarro imaginable, contrario a los intereses de Madrid, ya que tanto los viajeros que llegan procedentes del exterior como los que van a salir hacia sus destinos tienen la posibilidad de evitar poner los pies en la capital. La capital está ya conectada con Barajas con cinco modos de transporte, todos los posibles, excepto, claro, el marítimo. Vehículo particular, bus urbano, taxi, Metro y tren de Cercanías”.
Esquema de vías de la red de alta velocidad en Madrid
(Infografía de la Revista “Transportes”. elECONOMISTA)
Fuente: Dirección General de Ferrocarriles. Ministerio de Fomento
Los trenes que entran desde Barcelona y salen hacia allí finalizan en la actual estación de Puerta de Atocha, sin posibilidad de continuidad a ningún otro destino a través del túnel en construcción Atocha-Chamartín.
Como explica Villarino, en un futuro los trenes procedentes de levante (Valencia, Alicante y Murcia) y Sevilla -que ahora mueren al igual que los de Barcelona en Puerta de Atocha-, podrán ser pasantes por el túnel en construcción hacia la estación de Chamartín. Pero estos trenes están abocados a continuar a Chamartín sin parada en Atocha (en el gráfico pone eufemísticamente “sin parada comercial”).
Aunque en el gráfico parece que están unidas, en su día se tendrá que hacer una nueva estación en la zona de Méndez Álvaro, con lo cual tendremos tres estaciones de Alta Velocidad en Madrid, dos muy próximas y la tercera, en la otra punta de Madrid. De momento, Chamartín servirá a los trenes del Norte y Noroeste: Galicia, Asturias y Vascongadas.
“Y nos preguntamos: ¿entonces, para qué el tercer túnel entre Atocha y Chamartín? ¿Para llevar solamente algunas de las relaciones de Levante? Si la estación actual de Puerta de Atocha se queda pequeña para albergar a los trenes de Barcelona + Sevilla + Valencia + Alicante + Murcia, o sobra el túnel o sobra la futura estación de Méndez Álvaro. ¿Hacer todo un túnel para ir a Barajas cuando hemos visto que eso disuade a los visitantes de tener que “pisar” Madrid?”, se pregunta Villarino.
“Las antiguas compañías privadas que operaban los ferrocarriles antes de la Guerra Civil lo tenían más claro. Los trenes del norte y noroeste de la Cía de los Caminos de Hierro del Norte salían de la Estación del Norte (hoy Príncipe Pío) que se localizaba en el noroeste de la ciudad. Los trenes de Levante, Aragón y Cataluña, de la Cía MZA; la Cía de los Ferrocarriles del Sur, de la estación de Mediodía (hoy Atocha) -localizada al sur de la ciudad de entonces-, y los trenes del oeste y Portugal (Salamanca, Extremadura) de la antigua estación de Delicias (hoy sede del Museo del Ferrocarril), operada por la Cía MCP”, explica.
Hoy día, los trenes de Barcelona salen del sur (P. Atocha), los de levante los quieren llevar al norte (Chamartín) y casi todo está trabucado, con una inversión multimillonaria en un dudoso túnel, que de momento no llega a Barajas -y si lo hace será en perjuicio de la capital-“, finaliza Villarino.