A. Valiente*.- Tenía pensado escribir sobre los hospitales madrileños de gestión privada -llevo 10 días utilizando sus servicios- pero como ando liada también con la declaración de la renta, me pide el cuerpo tratar este asunto; asunto que año tras año tenemos que resolver y dar cuenta de ello.
Soy de las que creen firmemente en que los ciudadanos debemos contribuir, en la medida de nuestras capacidades, a sostener los servicios públicos. Igualmente creo que cada ciudadano debe recibir de éstos todo aquello que necesite. Por tanto, creo firmemente en un sistema fiscal progresivo y redistributivo de la riqueza.
Que cada uno contribuya según sus posibilidades y que reciba según sus necesidades. ¡En el fondo soy una romántica!
En mi declaración de la renta llego al apartado de las deducciones y me encuentro que, por residir en la Comunidad de Madrid, tenemos derecho a una deducción por gastos educativos. Por escolaridad el 15%; por adquisición de vestuario de uso exclusivo escolar el 5%; y por enseñanza de idiomas el 10%, hasta un máximo de deducción de 900 euros por cada hijo.
Sólo los padres que llevan a sus hijos a colegios privados podrán deducirse ese 15% de gastos de escolaridad. ¿Y los demás padres?
Esta deducción será aplicable a los contribuyentes cuya renta familiar no exceda del resultado de multiplicar por 30.000 euros el número de miembros de la unidad familiar. En las familias como la mía, de 5 miembros, esto nos daría 150.000 euros en total.
Es decir, una familia compuesta por padres y tres hijos, y con unas rentas de 150.000 € anuales que llevan a sus hijos a un colegio privado pueden deducirse hasta 2.700 €. ¿De qué familias y de cuántas estamos hablando?
Noto que se me acelera el pulso porque he leído que esta deducción puede suponer 90 millones de euros a las arcas de la Comunidad de Madrid. Esas arcas de cuyo presupuesto hay magníficas partidas que recortar…
Y me acuerdo de Pedro Solbes cuando decía que no sabemos lo que vale un euro. Pues bien, 90 millones de euros son aproximadamente 15.000 millones de pesetas. Nos daría para contratar, por ejemplo, a más de 2.000 profesor@s al año o, hablando de hospitales públicos, a más de 2.000 enfermer@s.
¡Impresionante!
* Ana Valiente es vocal vecina del PSOE en el Distrito de Salamanca.
Miguel says:
Pero os extrañais, el PP pone desgravaciones para sus militantes y cuadros, no para sus votantes. O es que ese padre que voto al PP y lleva su hijo a un colegio publico no ha sufrido los recortes. Animo Ana sigue denunciando estas pequeñas, o grandes, miserias
Jose Arroyo says:
Enhorabuena, Ana. Muy explícita la comparativa entre Educación Pública y Educación Privada. Lo triste es que son ciertas las desgravaciones que comentas lo que muestra un claro apoyo de la Comunidad de Madrid a lo privado y sus usuarios.
Saludos.
Nieves Nandez says:
Que fácil se entienden las cosas cuando se explican clara y llanamente; pero a lo que estamos acostumbrados es a “nuestros políticos”, que lo enredan y complican para que no sepamos de qué va la vaina y poder manejar el cotarro según les convenga. Lo que nos hace falta es que nos lo cuenten como lo haces tú, Ana. En realidad no somos tan tontos. ¿o si?.
Juan Carlos says:
La gente aún no puede comprender (y por eso a veces nos llaman secta o esotéricos) que cualquier cosa que pueda hacer la persona en cualquier momento de su vida, debe ser considerado trabajo, porque el ser humano es esencialmente creador, es decir, siempre esta creando. Hasta cuando duerme o descansa.
Ya hay que empezar a poner la semilla de que el concepto de trabajo actual (asalariado o al menos, generador de beneficio, debe desaparecer y reemplazarse por “trabajo como actividad vital”.
Esto lleva a la funcionalidad auténtica de la persona: No estamos para sufrir, ni para ser humillados, ni explotados. estamos para transformar el mundo con nuestra consciencia (Para ayudar a la evolución de todo lo que nos rodea). Esto nos lleva a que la sociedad debe organizarse para proveer a todas las personas de los recursos necesarios (materiales, intelectuales, sensibles…) para su evolución integral.
Luego habrá que meterse con el problema de la delincuencia y de los disminuidos, etc. Para ello, habrá que planificar, posiblemente, dedicando las universidades a estudios programáticos sobre todas las variables que afectan a la evolución humana.
Más detalles de todo esto en el libro Salida Integral y democrática a la crisis… Que por cierto, ya tiene una tercera parte.