“Si, claro, mantengo mi inocencia. Estoy muy contento, pero para cualquier pregunta hablen con mi abogado”, ha dicho el único sospechoso de la joven que paseaba a sus perros cuando recibió 100 puñaladas. Ha sido puesto en libertad seis meses después de su detención y un año después del asesinato por falta de pruebas.
Aún están pendientes los resultados de las analíticas de ADN, clave fundamental para determinar la autoría del único acusado en el caso.