F. Mollá.- La Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal de la Comunidad de Madrid (FAPAM) ha presentado ante la Fiscalía de Medio Ambiente una denuncia contra dos empresas por sacrificios masivos de animales sanos y porque algunos fueron practicados por auxiliares y no por veterinarios que hicieron sufrir a los animales.
Por eso han denunciado a las empresas Maikan Canino (Talamanca del Jarama) y Vetmóvil (Las Rozas) por maltrato animal continuado, falsificación de documento e intrusismo profesional, ha informado la FAPAM en un comunicado.
La primera empresa se dedica a la recogida de animales abandonados y la segunda a su recogida y sacrificio y, según FAPAM, los testimonios recabados entre extrabajadores demuestran las malas prácticas de ambas: sacrificios de animales sanos cuyos cadáveres se hacinaban en bolsas, así como eutanasias mal hechas por personas no cualificadas.
La intervención de la Federación comenzó a raíz del relato en un programa de televisión de un extrabajador de Maikan Canino, tras el que la asociación denunció el posible delito ante el Ayuntamiento de Talamanca del Jarama, que finalmente solicitó apoyo a la Comunidad de Madrid y al Seprona de la Guardia Civil.
FAPAM insistió en verificar el movimiento de animales debido a que la cifra que moría o se sacrificaba por enfermedad era elevada, aunque el informe del Seprona consideró que el estado de nutrición de los animales era adecuado. Este informe precisaba que puntualmente no se anotaba alguna defunción en el registro, no se disponía de zona de cuarentena para los animales y no estaban actualizadas las fichas sanitarias.
Al no quedar satisfecha con el informe, la Federación recabó el testimonio “aterrador” de otro extrabajador de Maikan que aseguró que “cada vez que se llenaba el centro, acudían dos chicas llegando a sacrificar en un mismo día a más de 30 animales sanos, y metían los cadáveres en bolsas de basura hasta llenar la furgoneta”, manipulando las cifras que tenían que dar oficialmente.
Constaron que el servicio para el sacrificio de los animales lo prestaba Vetmóvil, una de cuyas antiguas trabajadores explicó a la FAPAM que las personas que acudían a sacrificar a los animales “no eran veterinarias, solo auxiliares veterinarias”, lo que fue corroborado por la dueña de un perro que relató cómo su mascota no murió al primer pinchazo, sino con dolor y sufrimiento. Por todo ello la FAPAM ha interpuesto denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente.