Mientras todos los niños madrileños están demostrando una madurez impropia para su edad, algunos adultos se están comportando como niños de guardería.
Los agentes están escuchando a los adultos que se saltan el confinamiento respuestas más propias de niños pequeños. La última apunta a que “fui a la compra pero ya me la he comido entera”.
Ha ocurrido en la Comunidad de Madrid. Lo cuentan los agentes forestales que sorprendieron a un hombre en un camino rural.