Menores de edad esnifan pegamentos con altos porcentajes de disolvente y efectos alucinógenos, que les provoca presión en la cabeza, un mareo divertido, risa y, si se pasan, alucinaciones.
Lo hacen a plena luz del día en la calle Bravo Murillo de Madrid, según denuncian los vecinos en Telemadrid.
Esto ocurre desde hace años. Los vecinos llaman a la Policía, los menores se van y luego regresan. Algunos, además de esnifar pegamento, cometen robos en el barrio.
Los vecinos reclaman más presencia policial en la zona para atajar este problema que afecta gravemente a la salud de los adolescentes.
Esnifar pegamento puede provocar la muerte súbita por arritmia cardiaca.
Anónim@ says:
Son ESPAÑOLES, seguro.