El guardia civil y el militar de la manada de Villalba: “Ella nos propuso satisfacernos por turnos en el baño”

Madrid,

La víctima, de 18 años de edad en el momento de los hechos, se había citado en su portal con un joven de su instituto con el que había mantenido relaciones sexuales esporádicas en el pasado, pero el chico no apareció. En su lugar aparecieron dos jóvenes que dijeron ser sus hermanos y que la llevaban.

“Me has dejado sola con tus hermanos que son un poco pesados”, le escribió ella vía What’s App.

Era una encerrona.

La llevaron a la casa deshabitada de la hermana de uno de ellos, donde apareció el chico con el que había quedado y los tres la forzaron a mantener relaciones sexuales de manera continuada.

“Creía que no iba a salir viva”, ha dicho la joven, ahora de 21 años, en el juicio.

La Audiencia Provincial de Madrid juzga estos días a la Manada de Villalba que se parece a la de Pamplona en que eran varios y que dos de ellos con Guardia Civil y militar respectivamente.

Para intentar librarse de los 15 años de cárcel que pide para ellos la Fiscalía han declarado que las relaciones fueron consentidas y que ella les propuso satisfacerles por turnos en el baño.

El joven con el que el un principio había quedado ha declarado este martes 15 de enero de 2019 en el juicio que fue “ella la que propuso, entre risas, tener sexo por turnos en el baño, al que fue porque tenía la regla. Por ahí desfilaron mis amigos uno a uno. Todo fue consentido. No observé rechazo alguno. No se negó. Si yo hubiera visto que ella no quería hacer algo, lo habría parado y tomado medidas. Estuvo de cachondeo todo el tiempo”.

El militar ha dicho que “tuve un encuentro sexual con la chica en el baño”, pero la Fiscalía considera probado que intentó penetrarla por vía anal en dos ocasiones y la obligó a realizarle una felación.

Y ha afirmado que el joven con el que ella había le dijo que “sus amigos la tenían que probar”, a lo que ella se negó. “No soy compartible con nadie”, dijo la chica, según su declaración. Y el joven le dijo a la chica “cuanto más te resistas, más tardaremos en satisfacernos y en dejarte marchar”.

El guardia civil, casado y con un hijo, ha dicho ante el juez que “llamamos a la puerta de la habitación no para tener sexo, sino porque no podíamos montar la consola” y ha contado que cuando recibió la notificación del juzgado para declarar se quedó muy sorprendido: “No recordaba a qué se podía referir. No le dimos importancia; todo fue normal”.

La víctima, que ha declarado escondida tras un biombo para no tener que ver la cara de los miembros de la manada de Villalba, ha tenido que ser asistida durante su declaración.

Padece estrés postraumático.

Los psicólogos que la han tratado en las 17 ocasiones que ha recibido terapia corroboran la coherencia de su relato.

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