L. Torres.- El pasado miércoles 15 de febrero de 2017 a las 08.00 horas la Policía Municipal encontró a una mujer de 41 años herida grave, desnuda y en estado de semiinconsciencia, en las escaleras del estanque del Parque del Retiro. Junto a ella había una botella de alcohol y pastillas, pero la víctima no había ingerido ni alcohol ni medicamento alguno. Su pareja le había dado una paliza que la dejó al borde del fallecimiento en su casa de Rivas Vaciamadrid y quiso simular un supuesto suicidio en el Retiro, adonde la trasladó de madrugada, según publica este sábado el diario ABC.
El día de San Valentín Carlos C.S. de 37 años, llevó a cabo su supuesto plan para intentar deshacerse de su pareja, Roxana B.A. de 41 años.
Sus propósitos consistían presuntamente en el asesinato de su pareja, simulando un aparente suicidio de la víctima.
Él tenía antecedentes por violencia de género, había sido condenado y detenido cuatro veces por dicho delito contra Roxana. Sin embargo, ambos vivían en el mismo domicilio, en Rivas Vaciamadrid, donde habría tenido lugar la brutal paliza, aún con una orden de alejamiento que le impedía acercarse tanto a su mujer como a su hija.
Según ABC, Carlos le habría dado una paliza a Roxana tras la cual la víctima quedó al borde del fallecimiento. Posteriormente, la habría dejado al lado del estanque del Retiro de Madrid desnuda y manchada de barro, junto a una caja de pastillas y una botella de alcohol. Pensó que podría simular su intento de suicidio.
A las ocho de la mañana ese día, agentes de la Policía Municipal de Madrid encontraron a Roxana en las escaleras del estanque en estado de seminconsciencia, no sabía quién era, no podía hablar. Los agentes avisaron entonces al SAMUR y la víctima fue trasladada al Hospital Gregorio Marañón de Madrid. De haber caído al lago, podría haber muerto por ahogamiento.
Tras varias pruebas, los análisis reflejaron que Roxana no había consumido ningún tipo de drogas ni bebidas alcohólicas. Pero sí eran evidentes las numerosas lesiones que presentaba el cuerpo de la mujer.
El caso pasó a manos de las Policía Nacional, quiénes, tras una breve investigación, comprobaron quién podría haber sido el presunto culpable.
Tras los hechos, la Guardia Civil de Rivas comenzó a investigar a la pareja y descubrieron que Carlos podría haber intentado secuestrarla, dos años atrás, tras la condena que le imponía una orden de alejamiento de la misma.
Al día siguiente, Carlos fue detenido por agentes de la Policía Nacional sobre las tres de la tarde, hora en la que terminaba su turno de trabajo en el distrito de Fuencarral.
El Juzgado de Violencia sobre la mujer nº 2 de Madrid, quien ha dejado el decreto de sentencia en favor del nº1 de Arganda, ha impuesto al hombre una orden de alejamiento de 500 metros. Roxana sigue ingresada en la UCI.