F. Mollá.- Agentes de la Policía Nacional han detenido a un hombre y una mujer que regentaban un piso de citas en Madrid acusados de explotar sexualmente a transexuales. Entre los jóvenes explotados se encontraba un menor de 17 años.
En el inmueble, además de servicios sexuales, se ofertaban sustancias estupefacientes no sólo a los clientes sino también a las propias víctimas, para aumentar así los beneficios que obtenían ilegalmente.
La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una página web que ofrecía este tipo de servicios sexuales. Los datos aportados gracias a la colaboración ciudadana permitieron la obtención de indicios acerca de la actividad ilegal de los detenidos.
Tras rastrear los anuncios así como varios perfiles en redes sociales, los investigadores detectaron la presencia de un joven menor de edad que podría estar siendo explotado sexualmente.
Una vez localizado el piso de citas donde se ofrecían los servicios sexuales y las sustancias estupefacientes, los hechos se pusieron en conocimiento de la autoridad judicial, con cuya autorización los agentes registraron el domicilio. Intervinieron dinero en metálico, sustancias estupefacientes, documentación y efectos personales del menor de edad que estaba siendo explotado.
Las víctimas se encontraban hacinadas en condiciones insalubres y degradantes y se veían obligadas a ejercer la prostitución durante las 24 horas del día, todos los días de la semana. Además eran engañadas por sus proxenetas en el acuerdo de reparto de dinero obtenido por sus servicios.
Cuando no estaban trabajando, las víctimas permanecían encerradas en habitaciones minúsculas, a veces con menos de cuatro metros cuadrados, en las que se hacinaban en literas hasta cuatro personas y donde estaban bajo la continua supervisión de sus explotadores.
Los armarios y neveras del domicilio estaban cerrados con candados y solamente los encargados del piso y la cocinera tenían las llaves, con lo que cuando querían tomar cualquier alimento o bebida o bien precisaban algún artículo de higiene o limpieza, debían pedírselos a esas personas, que les cobraban por ello precios muy superiores a los del mercado.
En cuanto a las comidas diarias, también tenían que pagar por los menús precios desorbitados, lo que incrementaba aún más los beneficios de los tratantes.
También ofrecían la droga a sus víctimas, con el fin de conseguir su dependencia, además de mantenerlas activas más tiempo para que pudieran soportar las maratonianas jornadas de explotación a las que eran sometidas.
Esta operación se enmarca dentro de la segunda fase del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha en 2013.
La Policía anima a denunciar de manera anónima
Desde entonces la Policía Nacional mantiene activadas la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos.
Sólo en los ocho primeros meses de este año, la Policía ha realizado más de 450 investigaciones en esta materia, que se han saldado con casi 850 detenidos y casi 300 víctimas liberadas.