El sábado 25 de mayo de 2024 a las 09.30 horas una estudiante vio cómo un trabajador de la limpieza realizaba posturas raras con una cabra hospitalizada en el Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Complutense de Madrid situado en la avenida Puerta de Hierro. La tenía acorralada contra la pared, por lo que avisó de lo observado a los responsables del centro.
Ante la sospecha de que pudiera tratarse de una agresión sexual, la directora del Hospital Veterinario denunció los hechos ante la comisaría de la Policía Nacional de Fuencarral.
Espermatozoides humanos en la vagina de la cabra
Posteriormente, los expertos policiales realizaron una citología vaginal al animal, con la que se observaron en su aparato reproductor «estructuras compatibles con espermatozoides».
Estos restos biológicos fueron cotejadas con el ADN del empleado y resultaron compatibles. Por ello, agentes de la comisaría de Moncloa detuvieron a esta persona el día 28 acusado de un delito de maltrato animal.
El detenido, que es trabajador de una subcontrata y presenta una pequeña discapacidad intelectual, ha sido aparatado de su puesto, y ha quedado en libertad, pero se enfrenta ahora a un delito de maltrato animal penado con hasta tres años de cárcel.