S. R.- Escogía a sus víctimas en el interior del Metro de Madrid bien de madrugada, a última hora, entre la una y las dos de la madrugada, o bien a primera hora de la mañana, antes del amanecer. Esperaba a que salieran del suburbano en la parada de Opañel (Carabanchel), por la calle Portalegre, y las seguía.
Dos de sus víctimas son menores de edad: de 13 y 15 años respectivamente. Y las otras tres denunciantes tienen entre 18 y 20 años.
La detención se produjo el 13 de diciembre de 2017, si bien no ha trascendido hasta este martes 6 de febrero de 2018.
De origen ecuatoriano y 22 años de edad, es uno de los depredadores sexuales más activos de Madrid, con antecedentes por otro tipo de delitos.
Ahora, está acusado de una violación consumada y cuatro agresiones sexuales.
La Policía pudo identificarle porque nunca se cambiaba de zapatillas, que es lo único que sus víctimas recordaban de él.
“No me mires, que si no te mato”, “como te des la vuelta, te rajo”, les amenazaba.
Otro dato que aportaron todas ellas era el hedor que desprendía. En el registro de su casa, la Policía detectó que nunca se cambiaba de ropa.
El modus operandi del arrestado consistía en asfixiarlas hasta tirarlas al suelo, las agredía, las amenazaba de muerte si le denunciaban y les robaba sus pertenencias.
Una noche llegó a agredir a dos mujeres en apenas media hora, y meses después hizo lo mismo con cinco horas de diferencia.
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