Un vecino de Fuenlabrada de 29 años arrolló el 6 de agosto de 2022 a un ciclista de 42 años en Hortaleza, le dejó herido grave en la calzada y se dio a la fuga. Condujo 500 kilómetros hasta Ribadesella. Allí la Guardia Civil vio un coche con el capó semihundido y el parabrisas reventado, le dio el alto y le realizó el control de alcoholemia, dando 0,48 el primero y 0,51 el segundo. Los agentes inmovilizaron el coche, que quedó aparcado en el parking del apeadero de Cercanías de la localidad de Llovio (Asturias). Al día siguiente, el joven llamó a su seguro y una grúa se llevó el coche a un taller, mientras él, que no estaba detenido, volvió en taxi a Madrid. Dos meses después, gracias a una investigación conjunta entre la policía madrileña y la asturiana han logrado detenerle. Se le imputan varios delitos contra la seguridad vial, ya que además de las lesiones causadas al ciclista se puede enfrentar a otro delito de omisión del deber de socorro y a un delito de conducción bajo los efectos de la ingesta de alcohol.